La Asociación Nacional de Atención Fronteriza a Extranjeros (Anafé) se ha retirado de la sala de espera del aeropuerto de Roissy, “infestada de chinches”, situación que según ella “sigue deteriorándose”, supimos este jueves 27 de julio.

Desde los primeros informes de febrero, esta asociación asegura que “la situación sigue deteriorándose” en la mayor zona de espera del aeropuerto de Francia. Anafé interviene en las zonas de espera donde esperan las personas que no han sido autorizadas para entrar en territorio francés.

Habitualmente presente junto a la Cruz Roja, Anafé dice que se ve «obligada a suspender sus misiones de intervención» en el acto. Pone fin a su apoyo legal presencial, pero mantiene su servicio telefónico.

La infestación por chinches, estos pequeños insectos que se alimentan principalmente de sangre humana, puede acarrear diversas consecuencias psicológicas o incluso psiquiátricas (trastornos del sueño, ansiedad, sensación de pánico), subrayó la Agencia Nacional de Seguridad en Salud (Anses) en un informe publicado a mediados de este año. Julio.

En Roissy se han tomado medidas (creación de un lavadero, desinfección de las habitaciones con vapor seco) pero Anafé las considera ineficaces, debido al alto grado de ocupación de las habitaciones en esta zona (hasta 120 personas en las últimas semanas, según la asociación).

La directora de Anafé, Laure Palun, pide «una modificación del protocolo». «Si hay una infestación de plagas en un lugar de confinamiento, corresponde a la administración cerrarlo hasta que se erradique el problema», dijo a la AFP.

Hizo varios informes al juez de libertades y se apoderó, entre otros, de la dirección central de la policía fronteriza y del Ministerio del Interior, agregó.

El jueves, 66 extranjeros, incluidos 4 niños, se encontraban en la sala de espera de Roissy, según Anafé.

La abogada Sonia Boundaoui, que se reunió el 22 de julio con tres ciudadanos marroquíes detenidos en esta zona, dice: «los mordieron» y «me explicaron que habían cambiado de habitación tres veces, que ya no dormían y que los habían obligado dormir en el pasillo».

Durante una audiencia para pronunciarse sobre la extensión de su detención en la sala de espera, el juez de libertades y detención consideró que «si la exposición (fuera) particularmente desagradable, las consecuencias (tanto en duración como físicamente) no son tales como para ser probables». constituir una vulneración del derecho a la vida ya la salud o tratos inhumanos y degradantes”, continúa.

Contactado por AFP, el Ministerio del Interior aún no había respondido.