El Gobierno está dispuesto a acelerar el gasto de 2.000 millones de euros hasta 2027 para avanzar en las negociaciones en torno a su ley de programación militar (2024-2030), supo este viernes la AFP de una fuente familiarizada con el asunto.

Si el proyecto de ley de programación militar (LPM) del Gobierno, que prevé dedicar 413.000 millones de euros en siete años (2024-2030) al presupuesto de los ejércitos, fuera aprobado en primera lectura en la Asamblea y en el Senado, la Cámara Alta y el Diputados opositores critican al Ejecutivo por dejar demasiado borrón y cuenta nueva para el próximo quinquenio.

Este es un fuerte aumento del 40% en el presupuesto del ejército en comparación con el período anterior. Pero el texto prevé aumentar el presupuesto en pasos sucesivos. En su versión inicial, iba a aumentar en 3.100 millones en 2024, luego en 3.000 millones adicionales por año de 2025 a 2027, y en 4.300 millones más por año a partir de 2028, una vez finalizado el quinquenio de Macron. Pero el Senado, con mayoría a la derecha, adoptó una versión que incluía más gasto para 2027: 3.500 millones de euros en 2024, luego 3.600 millones cada año. Una comisión mixta mixta (CMP) que reúne a 14 diputados y senadores debe tratar de acordar una versión común el lunes.

Según una fuente familiarizada con el tema, el gobierno hizo una propuesta el viernes por la noche, principalmente a los senadores de LR, antes de entregarla a los parlamentarios: dos mil millones más gastados para 2027 en lugar de después del mandato de cinco años de Macron, para repartir entre los cuatro años en cuestión. Estos créditos se destinarían principalmente a cubrir las necesidades de formación de las tropas. El gobierno y sus servicios no están representados en el CMP, aunque en la práctica a menudo intercambian mensajes o llamadas con ciertos parlamentarios.

Signo de que las discusiones están difíciles, inicialmente se había considerado la fecha del 6 de julio para reunir a esta CMP, pero finalmente se convocó solo para el 10 de julio. El ejecutivo espera una adopción final antes de la fiesta nacional del 14 de julio. En caso de acuerdo entre diputados y senadores, el texto deberá ser objeto de dos votaciones sucesivas en la Asamblea (12 de julio) y en el Senado (13 de julio). En caso de fracaso, por otro lado, el proyecto de ley saldría en la lanzadera parlamentaria y una posible aprobación final podría posponerse hasta el otoño.