Statu quo. Nasser Al-Khelaïfi metió el pie en el plato este miércoles, en Poissy, poniendo un ultimátum a Kylian Mbappé: o prorroga, o «la puerta está abierta» para un traspaso este verano. Salvo que el crack de Bondy tiene la mejor mano en este caso, este culebrón, este enfrentamiento, aquel cuyo contrato finaliza en 2024 y que ha decidido no activar su opción para la 2024-25. Nada le obliga a extenderse. Sobre todo porque cuesta imaginar al PSG poniendo a su mejor jugador a lo largo de la temporada, como ya había hecho con Adrien Rabiot hace unos años. Aún así, según información de Le Parisien, «KM» «se aferra a su posición: quedarse en el PSG y no prorrogar». En resumen, el tiro de presión habría sido psichitt.
Esperado el 17 de julio en Poissy para la reanudación, como otros internacionales, mientras el nuevo técnico parisino Luis Enrique dirigirá sus primeras sesiones el próximo lunes, Kylian Mbappé, de 24 años, partió de Miami para una estancia en Camerún, la tierra natal de su padre, donde fue recibido como un héroe este jueves. Recuerda que el PSG se lo había arrebatado al Mónaco por 180 M€ en el verano de 2017.