en Wimbledon,

Por tercera vez en tres partidos, Caroline García, quinta jugadora de la WTA, domina a la canadiense Leylah Fernández, actualmente 95 del mundo. Sabía cómo revertir un escenario muy comprometido. Tras un primer set mal negociado y perdido por 6-3 (12 errores no forzados), la ganadora del último Masters ha recuperado la regularidad y su servicio, al tiempo que hace hablar su juego de ataque. Al final ganó en tres sets y tras un super tie-break (3-6, 6-4, 7-6). “Hubo muchas emociones saliendo de la cancha. No me cuesta mucho emocionarme en este momento, sonrió la lionesa en rueda de prensa. Cuando ganas 7-6 en el tercero se siente bien porque he perdido muchos partidos cerrados desde el comienzo del año. Estoy feliz de quedarme en el torneo».

García no soltó su ventaja de quiebre en el segundo set y mostró serenidad en el set decisivo contra un buen día Fernández. “Serví mejor desde el segundo set, analiza. Fui agresivo en el juego, es parte de mi estilo de juego y de mi personalidad. Cometí dos grandes errores al comienzo del súper desempate. Estos son pequeños errores que he estado cometiendo últimamente, pero seguí avanzando y valió la pena. Y sobre hierba, es aún más el estilo de juego a desarrollar.

Debido a las condiciones meteorológicas lluviosas del martes y miércoles, el número 1 francés se vio obligado a descansar. Una bendición disfrazada para su dolorido hombro derecho: “Los dos últimos días había entrenado unos veinte minutos por culpa de la lluvia. Fue bueno para mi hombro, pero de repente jugaré mañana». La líder del tenis francés se enfrentará en la 3ª jornada a Marie Bouskova, 33ª del mundo, a la que nunca ha vencido en dos enfrentamientos. El checo había dominado el 5º mundial el año pasado en octavos de final. “Ella contrarresta bien. Me pasó bien cuando jugué contra ella. Y no había sabido aprovechar bien mis oportunidades de descanso. Tuve problemas para marcar la diferencia desde la línea de fondo y me apresuré. Y cuando jugamos el año pasado aquí, estaba un poco al final de mi cuerda. Depende de mí ser agresivo adaptándome a mi oponente», dice ella.