Las cifras del Tribunal de Registros Públicos de la mañana de este martes sorprenderán a quienes están acostumbrados a escuchar a los funcionarios del Ejecutivo local quejarse del estado de sus finanzas y las miserias que les impone París. “La situación financiera de las entidades locales siguió mejorando en 2022, en la prórroga del año 2021”, así aseguran los magistrados.
En detalle, todas las comunidades muestran un ahorro neto, tras la devolución de préstamos de 27.000 millones de euros. Mejor, «tras deducir el saldo de la cuenta del Tesoro, el importe de la deuda de las Administraciones Locales es menor en valor absoluto a finales de 2022 (126.000 millones de euros) que a finales de 2016 (134.000 millones de euros)», asegura el Tribunal. Esta buena resistencia se explica, en particular, por el hecho de que, a pesar de todos los recelos suscitados por las reformas fiscales, los ingresos de las entidades locales han aumentado al mismo ritmo que la inflación. Los ingresos fiscales aumentaron un 6% en particular, gracias en particular al dinamismo del IVA.
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El gasto total de las comunidades aumentó solo un 5% a pesar del pico inflacionario, y la fuga de combustibles y gasto de combustibles (31%), lo que refleja una gestión prudente por parte de los ejecutivos.
Detrás de estos promedios hay, por supuesto, diferentes perfiles. Los departamentos y regiones, que han aumentado «el monto de sus ahorros y sus inversiones», lo están haciendo mejor que los municipios. En conjunto, «en 2022, los gastos de funcionamiento de las comunidades del bloque comunal han aumentado un poco más que sus ingresos», afirma el Tribunal, insistiendo en que «el aumento de los gastos de funcionamiento es tanto mayor cuanto que los municipios están pequeño en tamaño