Pospuesto en repetidas ocasiones, el control técnico de vehículos de dos ruedas (CT2R) finalmente verá la luz en el transcurso del próximo año. El ministro de Transportes, Clément Beaune, aclaró los contornos del dispositivo en una entrevista con Brut el sábado y durante el Gran Jurado RTL-Le Figaro-LCI el domingo. Le Figaro responde a sus preguntas.
En 2014, la Comisión Europea impuso la obligación para todos los países de la Unión de instituir una inspección técnica de los vehículos de dos ruedas, con aplicación a partir del 1 de enero de 2022 a más tardar. El gobierno francés terminó publicando un decreto de implementación en 2021, un decreto suspendido inmediatamente por Emmanuel Macron. «Ahora no es el momento de molestar a los franceses», argumentó supuestamente el presidente de la República.
Este cambio de actitud presidencial había despertado la ira de las asociaciones ambientalistas, que luego se apresuraron a tomar el Consejo de Estado. La decisión de la corte, dictada a principios de junio, le dio al gobierno dos meses para emitir un decreto que estableciera la CT2R.
El examen de dos ruedas será más sencillo que el de los automóviles. Las tres prioridades de control serán la seguridad, la reducción de emisiones contaminantes y la contaminación acústica. «(…) El CT2R se centrará en la seguridad, la reducción de la contaminación acústica y el control de emisiones (…), proponemos dividir por cuatro el número de puntos de control en comparación con los controles técnicos de los automóviles», explicó el Ministerio de Transporte. en sábado.
Los propietarios de vehículos de dos ruedas deberán cumplir con el CT2R “cada cinco años por primera vez, y luego cada tres años”, especificó Clément Beaune.
Este punto había sido debatido. El ministro acabó decidiendo: «todos los vehículos de dos ruedas están preocupados», sean modelos de menos o de más de 125 cm3, aclaró el sábado. La única excepción son las “motocicletas de uso deportivo” que no “circulan por la vía pública” y “obviamente no presentan los mismos desafíos que otros vehículos”. Los patinetes estarán sujetos a ella, en la medida en que presenten “una alta siniestralidad y además puedan ser fuente de una importante contaminación atmosférica o acústica en la ciudad”.
Si bien los franceses han estado luchando durante varios meses con la inflación, el ejecutivo quiere que el proyecto de ley de control sea lo menos doloroso posible para los propietarios de vehículos de dos ruedas. Clément Beaune espera que su precio se reduzca a «unos cincuenta euros». “Está en discusión con los centros técnicos presionar y bajar el precio lo más posible”, indicó el ministro.
Clément Beaune también ha anunciado que quiere apoyar a “aquellos que tienen un vehículo de dos ruedas antiguo (…) con un bono de conversión”. “Habrá hasta 6.000 euros de ayudas a partir de principios de 2024 para cambiar a un vehículo eléctrico o poco contaminante”, prometió la ministra.
El Ministro Delegado de Transportes anunció este sábado en Brut que el control técnico sería obligatorio a partir de «principios de 2024» para «los vehículos más antiguos, es decir, los matriculados antes del 1 de enero de 2017».
El ministerio también destiló alguna información sobre el cronograma. “Ante los incomprensibles plazos necesarios para que el CT2R se desarrolle en buenas condiciones, el texto sometido a consulta pública prevé su entrada en vigor entre el 15 de enero de 2024 y el 15 de marzo de 2024”, comunicó la administración. La fecha exacta de entrada en vigor se especificará de acuerdo con los comentarios de la consulta pública, lanzada a pedido del Consejo de Estado hasta el 21 de julio de 2023 y publicada en línea este lunes en el sitio web del ministerio.
La entrada en vigor “será progresiva según la antigüedad de los vehículos y escalonada hasta el 1 de enero de 2027”, y ello, explica el séquito de la ministra “con el fin de no crear un cuello de botella al traer en un tiempo cerca de cuatro millones de vehículos”. en el sistema».