Son las palabras de un hombre “enojado” que se dirige este viernes al presidente de la República, Emmanuel Macron. En una carta abierta, que Le Figaro pudo consultar en exclusiva, Yasin Hensye, habla sin rodeos sobre el trágico destino de su hermana pequeña, Shaïna, apuñalada y quemada viva a los 15 años por el chico con el que salía. “Ella sufrió y sus verdugos nunca expresaron el más mínimo arrepentimiento”, lamenta Creillois, de 25 años, dos semanas después de la condena del asesino de Shaina a 18 años de prisión.
Este drama es el epílogo de una implacabilidad a largo plazo, emanada de varios jóvenes, contra la adolescente víctima de un rumor, el que quería que fuera una chica fácil. “La quemó viva, porque era una ‘perra’”, replica Yasin Hansye, recordando que todo comenzó con un video subido a las redes sociales por el primer novio de Shaïna, en 2017. Las imágenes exponían parcialmente a la joven, de 13 años. desnudo, humillado por tres adolescentes. Fueron declarados culpables de agresión sexual a fines de mayo y recibieron sentencias suspendidas que oscilaron entre uno y dos años de prisión.
Porque, a pesar de la implacabilidad, Shaïna nunca admitió la derrota e insistió sistemáticamente en llevar ante la justicia las persecuciones de las que fue víctima. Sin embargo, aquí nuevamente se topó con el prejuicio. “Los médicos encontraron ‘se desnudaba con facilidad’, la policía que le tomó la denuncia estimó ‘que no mostraba ninguna emoción’. Como estamos orgullosos de ser franceses, nos dijimos que era un caso aislado, que dos veces seguidas nos habíamos encontrado con personas sin escrúpulos en el mejor de los casos, incompetentes en el peor. Pero que la República tenía derecho a cometer errores de casting”, escribió su hermano mayor al presidente.
Decepcionado y desilusionado por el trato reservado a su familia por una “máquina judicial incautada”, Yasin Hansye sigue siendo no menos combativo. Y la rabia que le mueve ahora «no es sorda», ni «descontrolada», asegura. “Señor presidente, sé qué hacer con mi ira (…) Es demasiado tarde para Shaïna (…) pero no es demasiado tarde para las hermanas de otras personas, para las hijas de otras personas”, escribe el joven que se dirige su carta a “todas estas adolescentes y jóvenes de nuestros barrios que ya no se atreven a amar, que ya no se atreven a hablar, asustadas ante la idea de acabar como mi hermana, porque sus agresores no tendrán más miedo”. .
El que ha dedicado los últimos seis años -es decir su juventud- a la batalla legal para aliviar simbólicamente las condenas de Shaïna pretende romper “el silencio culpable de nuestros políticos ante la situación de las niñas de nuestros barrios . Estos soles que eclipsa la violencia de los hombres (…) Sigo confiando en su determinación de actuar en interés de la justicia y la seguridad de todos nuestros conciudadanos”, concluye Yasin Hansye.