Con motivo de la cumbre por un nuevo pacto financiero global para hacer frente al desafío climático, organizada el jueves y viernes en la capital francesa por iniciativa del presidente Macron, fue el invitado de France Info este viernes por la mañana. “Reestructurar deudas, remunerar mejor los tesoros de la biodiversidad en África, con contratos país por país, y nosotros: acordar gastar más”: así resumió los desafíos de esta cumbre. “Nuestro enfoque de financiación en África ya no es el correcto”, reconoció. “Lo principal es un acuerdo entre los países ricos y los emergentes”, y “salir del carbón ante todo”. “Así es como ganamos la batalla climática”, dijo. Y para repetir varias veces: “no debemos poner a nadie en condiciones de elegir entre pobreza, clima y biodiversidad”.

Francia, recordó el presidente, representa el 1% de las emisiones globales en la fabricación de aviones. Por lo tanto, tiene «un efecto dominó de todo el planeta». “Podemos ser los campeones de la descarbonización”. Pero repite «que ninguno de estos problemas los podemos solucionar solos». Preguntado por un impuesto climático, recuerda que Francia ya ha implantado la fiscalidad de las transacciones financieras, y que si está a favor «no sirve si estamos todos solos». “Ayúdanos a movilizarnos para que haya una fiscalidad internacional con China sobre el transporte marítimo”. «Así como dijimos que el socialismo en un país no funciona, y los impuestos internacionales en un país no funcionan».

“Cada vez que ponemos un euro de dinero público, ponemos un euro de dinero privado”. El presidente aboga por un método diferente con un “efecto palanca”, para lograr que los proyectos llevados a cabo por programas públicos no puedan ser mejor realizados por programas privados. Para ello, aboga por una política de incentivos a las empresas privadas. “El Banco Mundial y el FMI van a pagar más”, promete.

El gran ausente es Rusia, subraya Emmanuel Macron: esta cumbre dice «el aislamiento de Rusia». El presidente dice que está dispuesto a dialogar con Vladimir Putin si este último lo llama, pero no tiene por qué llamarlo solo. “Hoy Rusia se ha puesto por sí misma en condiciones de volver a convertirse básicamente en una de las únicas potencias coloniales del siglo XXI al librar una guerra de imperio con su vecina Ucrania, y es una potencia desestabilizadora de África a través de milicias privadas. Por sus elecciones, Rusia no juega un papel beneficioso para la comunidad internacional”.