La policía de Indonesia arrestó a casi 500 personas sospechosas de trata de personas en junio, dijeron el jueves las autoridades del país del sudeste asiático mientras intentan acabar con este flagelo.

Las fuerzas de seguridad liberaron a 1.553 víctimas de la trata en las últimas dos semanas antes de que fueran transportadas fuera del país, dijo el portavoz de la policía nacional, Ahmad Ramadhan.

“En poco tiempo logramos rescatar a un gran número de personas, pero otras ya se habían ido de Indonesia”, dijo. Entre el 5 y el 18 de junio, la policía arrestó a 494 sospechosos, pero aún se busca a cinco líderes de la red, señaló el funcionario.

Indonesia es uno de los principales países de origen de los migrantes en el sudeste asiático. Cientos de miles de personas abandonan el archipiélago cada año, a menudo ilegalmente, para encontrar trabajos mejor pagados en el extranjero. La policía estableció una unidad de trata de personas en junio para intensificar la lucha contra la explotación de indonesios en el extranjero después de que salieran a la luz varios casos de abusos graves.

Las víctimas, muchas de ellas niños, fueron liberadas antes de ser vendidas como empleadas domésticas, tripulantes o prostitutas. Las Naciones Unidas estiman que entre 100.000 y un millón de personas son «vendidas» para trabajos forzados o prostitución cada año en Indonesia.

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Recientemente, se han destapado nuevas redes para la explotación de víctimas obligadas a promocionar y vender en internet a sus compatriotas inversiones en criptomonedas u otros fraudes. Las autoridades de Indonesia se han comprometido a aumentar la investigación y el enjuiciamiento de los traficantes de personas y repatriar a las víctimas de dicho tráfico a otros países del sudeste asiático.

El año pasado, Indonesia repatrió a varios miles de sus compatriotas de Birmania y Camboya, obligados a trabajar en redes de extorsión en Internet. La trata de personas también es un problema interno en Indonesia, la economía más grande de la región.

En una plantación de aceite de palma en el norte de Sumatra, al menos 57 personas fueron encontradas el año pasado en jaulas. Fueron retenidos con el pretexto de asistir a un programa de rehabilitación de drogas y obligados a realizar trabajos forzados en la granja.