El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó duramente este martes la calidad del fútbol del país, cinco veces campeón del mundo y la ausencia de un técnico al frente de la Seleçao.
“El fútbol brasileño no va bien. Ya no tenemos el mejor fútbol del mundo”, dijo Lula durante la primera edición de una transmisión semanal en vivo en las redes sociales. «Es triste que nuestra selección, que está considerada como una de las mejores del mundo, aún no haya encontrado entrenador», insistió.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) aún no ha nombrado al sucesor de Tite, que dejó el cargo de entrenador en diciembre tras el Mundial de Qatar donde Brasil fue eliminada en cuartos de final por Croacia (1-1, 4 tiros a puerta a 2). ).
El italiano Carlo Ancelotti es la primera opción de la CBF, pero esta última ha dicho en varias ocasiones que quiere cumplir el contrato que le une al Real Madrid hasta junio de 2024, mientras que las eliminatorias para el Mundial de 2026 arrancan en septiembre. .
«Le plus grave, a poursuivi Lula, c’est que nous ne sommes pas capables de former une grande sélection car nous n’avons plus de joueurs de la même qualité que ceux du Mondial 1970», considérée comme la meilleure équipe nationale de tous los tiempos.
En ese momento, Brasil había ganado su tercer título mundial en México, con Pelé en el apogeo de su gloria y otras estrellas míticas como Gerson, Jairzinho o Rivelino. “Eran hombres maduros y experimentados. No solo teníamos pibes, teníamos hombres en la selección, como Pelé, que tenía 30 años”, agregó.
Desde el quinto título conquistado en 2002 en el Mundial disputado en Corea del Sur y Japón, Brasil ha sido eliminado cuatro veces en cuartos de final, y una vez en semifinales en el Mundial disputado como local en 2014.
Los clubes brasileños también lo han llevado para su categoría, en particular el Corinthians de Sao Paulo, su equipo corazón. «Cuando veo un partido del Corinthians, quiero acostarme en el sofá y no volver a levantarme nunca más, tengo tanta vergüenza», dijo. “Nos hemos convertido en un país exportador de jugadores (…) los vendemos a 17 y los volvemos a comprar a 34. Esa es la lógica del fútbol brasileño”, lamentó.