Una niña de trece meses murió el viernes 19 de mayo en su guardería ubicada en Lieja, Bélgica, tras asfixiarse con el cordón de una persiana, anunció la fiscalía de Lieja a la agencia Belga y fue citada por Le Soir.

Según información de Sudinfo, la bebé falleció a las pocas horas de ser trasladada al hospital. La portavoz de la fiscalía de Lieja, Catherine Collignon, también anunció que «se está llevando a cabo una investigación» para determinar las circunstancias del accidente.

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Sylvie Anzalone, portavoz de la Oficina de Nacimiento e Infancia, dijo a este medio belga que el accidente ocurrió «poco después de que el niño durmiera la siesta», y que «fue mientras escuchaba llorar a otro niño que la enfermera de la guardería fue a ver y vino». a través del accidente”.