El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instó nuevamente al Congreso el domingo a prohibir los rifles de asalto, un día después de un tiroteo en un centro comercial de Texas.
“Vuelvo a pedir al Congreso que me envíe una legislación que prohíba los rifles de asalto y los cargadores de alta capacidad (…). Lo firmaré de inmediato”, dijo en un comunicado. «Necesitamos más acción y más rápido para salvar vidas», dijo.
“Demasiadas familias tienen sillas vacías alrededor de su mesa. Los miembros republicanos del Congreso no pueden seguir respondiendo a esta epidemia encogiéndose de hombros. Los pensamientos y oraciones enviados por tuit no son suficientes”, denunció.
El sábado por la tarde, un hombre armado abrió fuego en un centro comercial del área de Dallas, Texas, matando a ocho personas e hiriendo a varias más antes de ser asesinado a tiros. Los niños están entre las víctimas, según el presidente.
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Estados Unidos, donde los asesinatos son regulares, tiene más armas individuales que habitantes. Es poco probable que el llamado de Joe Biden resulte en una prohibición de tales armas por parte del Congreso. Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, se oponen ferozmente.
