Corresponsal en Londres

En su mensaje a sus tropas, el presidente del Partido Conservador Británico no utilizó un lenguaje rígido. «Quiero ser totalmente honesto con ustedes, les escribió Greg Hands, estas elecciones locales son una verdadera llamada de atención». En las elecciones del jueves, los tories sí han sufrido serios reveses, que no han tranquilizado a medida que se avecinan las elecciones legislativas del próximo año.

Era la primera prueba electoral para Rishi Sunak y los resultados no son gloriosos, aunque se esperaban ya que la cuesta para remontar es empinada tras los estragos del final de la era Johnson y el desastroso episodio de Liz Truss. En estas elecciones en las que se renovaron unos 8.000 escaños en 230 distritos, los laboristas -pero también los liberaldemócratas y los verdes- se beneficiaron del desgaste de un partido en activo durante trece años.

En algunas regiones, los conservadores sufrieron derrotas de fuerte trascendencia política. Este es el caso del «Muro Rojo», estos antiguos bastiones laboristas en el norte y centro de Inglaterra donde Boris Johnson había logrado conquistas espectaculares en 2019. Los laboristas querían absolutamente recuperar terreno allí y, por ejemplo, ganaron el consejo local de Stoke. -on-Trent, la «capital» del Brexit que había votado un 69% a favor de abandonar la UE en 2016, así como la de High Peak y Blackpool. El laborismo gana interesantes trofeos en otros puntos de Inglaterra, como el puerto de Dover, tradicionalmente anclado a la derecha, o Plymouth. En la ‘Muralla Azul’ del sur de Inglaterra, más próspera y más favorable a los conservadores, los demócratas liberales también están reclamando algunas buenas capturas.

Para el Partido Laborista, que espera volver a la actividad el próximo año, estos resultados son un buen augurio. Señalan así que antes de llegar al poder, en 1997 y 2010 respectivamente, el Partido Laborista Tony Blair y el Conservador David Cameron habían obtenido buenos resultados en las elecciones locales que precedieron a las legislativas. Pero los analistas moderan este optimismo. Según las proyecciones nacionales de la BBC, los laboristas obtienen el 35 % de los votos frente al 26 % de los conservadores. Una diferencia de 9 puntos inferior a las diferencias de dos dígitos excavadas por Blair y Cameron en su momento.

Leer tambiénRenaud Girard: “La brújula perdida de los tories ingleses”

«Todos sabemos que no hay lugar para la holgura», declaró el líder laborista Keir Starmer, consciente de que aún queda trabajo por hacer para aspirar a ganar un gobierno mayoritario en la Cámara de los Comunes. Estas elecciones sugieren, en efecto, la posibilidad de un parlamento sin mayoría y el necesario recurso a las coaliciones. Sin embargo, con una participación baja y problemas locales, las lecciones de esta elección deben ponerse en perspectiva.

Rishi Sunak sabía que no podía hacer milagros en seis meses y aun así detuvo el descenso de los tories a los infiernos. Se aferra al estrechamiento de la brecha en las encuestas entre conservadores y laboristas en las últimas semanas para esperar aún que se revierta el rumbo de las cosas de cara a las elecciones legislativas.