Le Figaro Niza
Gilbert Hugues no tiene nada en contra de la agricultura, tampoco nada en contra de los agricultores. El alcalde de Caussols, un pequeño pueblo en el interior de Cannes, quiere aclarar las cosas. «Se trata de pensar en nuestras prioridades a la luz de los pronósticos climáticos alarmantes». De hecho, ante la sequía y falta de agua que se esperaban este verano en tierras maralpinas, el concejal hizo votar en el ayuntamiento una medida de «sentido común» destinada a no dar más autorización a nuevos horticultores para instalarse en Caussols. Así, siete solicitudes presentadas al ayuntamiento han sido rechazadas desde principios de año.
Sin embargo no son tantos para cultivar hortalizas en este pueblo de apenas 300 almas. Un solo agricultor se dedica exclusivamente a la horticultura. Para otros dos, es una actividad secundaria. Lo que sea, para el alcalde, es suficiente. “El año pasado sufrimos una caída del 70% en los recursos hídricos durante el período estival. No solo tuvimos que tomar medidas para pedir a los habitantes que redujeran su consumo, sino que también tuvimos que traer cisternas llenas de agua potable al pueblo. Incluso organizamos un sistema de distribución de agua embotellada, quiere recordar. ¡Sin embargo, todos los indicadores nos muestran que ciertamente será peor este año!”
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Para evitar que tal escenario se repita, o incluso que las medidas tomadas el año pasado sigan siendo insuficientes, Gilbert Hugues toma la iniciativa. “Estamos entrando en un período delicado. Para nosotros se trata de aumentar al máximo el almacenamiento de agua no potable, ya sea para regar los cultivos o para los animales”. Porque ese es el quid del problema. Caussols ya está conectado a una red de agua 100% potable. El mismo recurso alimenta los hogares, alimenta la tierra y abreva a los animales. Lo que promueve un importante estrés hídrico.
Para el concejal, cada gota cuenta. “No estamos en el proceso de prohibir la agricultura. Simplemente optamos por favorecer a los lugareños, a los mayores, a los niños, etc. en lugar de ciertas actividades agrícolas intensivas en agua”, justifica el alcalde. Este último también quiere tranquilizar a los agricultores de su comuna: «no tomaremos ninguna medida contra ellos, los estamos manteniendo». Solo los decretos de las prefecturas pueden obligarlos a reducir su consumo de agua.
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Por otra parte, Gilbert Hughes recuerda que esta decisión es solo provisional. “Por el momento me niego a dar la bienvenida a nuevos horticultores porque no es razonable. Por supuesto, si el clima es favorable para su instalación en los próximos años, ciertamente no me opondré.
Según France Bleu Azur, la Federación Departamental de Sindicatos de Agricultores (FDSEA) ya indicó que «no lo dejará pasar». Contactado por Le Figaro, un funcionario de la Federación no pudo confirmarnos esta información el miércoles por la noche.