Cables instalados de forma anárquica, puertas de armarios arrancadas, clientes desconectados…: el Senado se prepara para votar este martes un proyecto de ley de LR para garantizar la calidad de las conexiones a las redes de fibra óptica y reforzar los derechos de los usuarios en caso de interrupción prolongada de la red acceso a Internet. «Este texto cristaliza una fuerte oposición entre, por un lado, las autoridades locales y los usuarios, que a veces están cerca de la exasperación y esperan soluciones concretas, y por otro lado, los operadores comerciales (…) que ven con malos ojos la intervención. del legislador”, subraya la relatora Patricia Demas (LR).

La Federación Francesa de Telecomunicaciones, que agrupa a los operadores nacionales, incluidos Orange, SFR, Bouygues Telecom y Free, pidió en un comunicado de prensa “la mayor vigilancia sobre los efectos que podría producir una ley de este tipo, contraria a los objetivos de migración del cobre a el acceso a la fibra, perseguido por las administraciones públicas”. Sin embargo, para el autor del proyecto de ley Patrick Chaize, la ambición del texto “no es cuestionar el modelo” vigente, sino enmarcarlo.

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La fibra óptica se ha convertido en el principal medio de conexión entre todas las suscripciones a Internet. De los más de 34 millones de franceses elegibles para la red, 18,1 millones tenían una suscripción de fibra óptica activada a finales de diciembre de 2022, según la Autoridad Reguladora de las Telecomunicaciones (Arcep). El gobierno muestra el objetivo de «generalización» para 2025, mientras que la histórica red de cobre del operador Orange, la única fuente de acceso a la red telefónica para varios millones de franceses, debe cerrarse al público en el horizonte 2030.

El proyecto de ley, examinado el martes en primera lectura por el Senado, prevé dos áreas de mejora. Una primera parte, técnica, parte de la observación de que desde 2018, debido a la aceleración del despliegue de la fibra, los informes de campo reportan numerosos malfuncionamientos o degradaciones durante la realización de las conexiones finales.

En cuestión, la «subcontratación en cascada» que permite el llamado modelo «Stoc»: desde el operador de la infraestructura, que construye la red, hasta el proveedor de acceso a Internet que recurre a un proveedor de servicios técnicos, que -incluso todavía puede subcontratar-. Y es que, a pesar de los compromisos asumidos por los operadores, «persisten los defectos», según el autor del proyecto de ley, que subraya la importancia del tema: cada día se realizan 15.000 conexiones.

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El texto prevé, en particular, el establecimiento por parte del administrador de la red de una «ventanilla única» para garantizar la gestión de las dificultades de conexión que encuentran los usuarios. Establece la obligación de etiquetado para cualquier responsable de realizar una conexión de fibra y la entrega al suscriptor de un certificado que acredite la conformidad del trabajo realizado con las especificaciones que se le imponen.

Prevé la prohibición en determinados casos de la modalidad “Stoc” en las “zonas de fibra”, es decir, las zonas en las que el 100% de los locales ya son conectables a fibra. El texto también fortalece las facultades de control y sanción de Arcep en materia de calidad de las conexiones de fibra. Un segundo punto se refiere a los derechos de los usuarios, en caso de interrupción prolongada del acceso a Internet.

Más allá de cinco días consecutivos de interrupción, se suspendería el pago de la suscripción. Más allá de los 10 días, el consumidor se beneficiaría de una compensación que no podría ser inferior, por día de retraso, a la quinta parte del precio mensual de la suscripción. Y pasados ​​los 20 días, podrá ser rescindido gratuitamente por el usuario.

El gobierno presentó 13 enmiendas a este texto, para aclarar algunas de sus disposiciones. Escuchado el 12 de abril por los senadores, el ministro encargado de la Transición Digital, Jean-Noël Barrot, consideró necesario mantener el modo “Stoc” aunque “no esté libre de fallas” y se mostró abierto a “ corregirlo», en particular con el fortalecimiento de los poderes de Arcep.