“Recordaremos el nacimiento de Nolan”, subraya Johanne Le Gallic, de 26 años, a nuestros colegas del Oeste de Francia. «Crea grandes recuerdos», añade. El jueves 1 de febrero, Julien Dervout, de 25 años, su pareja, la llevó urgentemente desde Trégunc (Finisterre), donde viven, a la maternidad de Quimper. Desgraciadamente, a las 8:15 horas, los habituales atascos debido a la hora punta han congregado manifestaciones de agricultores. La conclusión es clara: la pareja no llegará a tiempo al hospital.

Ni uno ni dos, Johanne Le Gallic tomó el asunto en sus propias manos: “Le pedí a Julien que moviera el asiento del pasajero hacia atrás, me coloqué lo mejor que pude y di a luz en el coche”, confiesa a nuestros colegas. Cada uno cumplía su papel: Julien estaba concentrado en conducir, sobre todo porque había atascos, y yo estaba concentrada en mi bebé”, continúa la madre. Al final me asusté un poco porque el cordón umbilical estaba enrollado alrededor de la cabeza de Nolan y no lloró de inmediato porque tenía problemas para respirar. Extendí un poco el cordón para ayudarlo a respirar.

El bebé nació tras la rotonda de Kerustum, a un kilómetro del hospital. La madre fue hospitalizada, mientras que su hermano mayor, Sacha, de casi dos años, conoció a Nolan. Johanne debe permanecer unos días más en la maternidad, pero el padre, Julien, se prepara para partir hacia Abiyán, en Costa de Marfil, donde es pescador.