En Marsella
El búnker, muy criticado durante el Mundial, ha regresado por primera vez en el Torneo de las Seis Naciones. Y no dejó de añadir confusión desde el principio. El árbitro inglés, Sr. Dickson, preguntó dos veces al árbitro escondido detrás de su pantalla sobre Paul Willemse.
Minuto 9, el segunda línea francés despeja al irlandés Porter y su hombro golpea de frente la cabeza del pilar. Tarjeta amarilla y llamada al bunker. ¿Quién decidirá no ponerse rojo? Minuto 32. Willemse no se agacha al placar y su hombro vuelve a impactar con un cabezazo irlandés, esta vez el de la tercera línea. Doris. El árbitro de campo muestra una segunda tarjeta amarilla. Lo que equivale a la expulsión, por lo que levanta la roja.
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Sin embargo, el señor Dickson recurre al búnker. Dejarle a él juzgar la gravedad del contacto prohibido. El árbitro decidió, diez minutos más tarde, que esta segunda falta del residente de Montpellier merecía una roja directa. El árbitro inglés informará al capitán de los ‘bleus’, Grégory Alldritt, al regresar del vestuario antes del inicio de la segunda parte.
¿Es anecdótico este cambio de color ya que, en cualquier caso, Willemse ya fue expulsado definitivamente? No por la próxima sanción. El comité disciplinario será más severo con una tarjeta amarilla y una tarjeta roja directa que con dos tarjetas amarillas. La duración de la suspensión del segunda línea, que regresaba a la azul tras perderse el Torneo de las Seis Naciones de 2023 y luego el Mundial por lesión, será, por tanto, mayor.
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