Son nuevos. Nueve escaramuzadores, veteranos de las guerras de Indochina y Argelia, para poder volver a Senegal sin perder su pensión mínima de vejez de 950 euros al mes. Anteriormente, cada uno de ellos debía permanecer al menos seis meses en Francia para recibir su pensión, un método implementado para evitar fraudes. Una medida despectiva del gobierno les permite vivir en su país, con el dinero del país por el que derramaron su sangre.
Según el Ministerio de Solidaridad, 22 fusileros senegaleses recibirían la vejez mínima. Si la pensión puede cobrarse en cualquier parte del mundo, el pago de la vejez mínima está condicionado al hecho de vivir en Francia la mitad del año. Emmanuel Macron, que había recibido a ciertos escaramuzadores en el Elíseo en abril, decidió financiar la asistencia de retorno.
Creado bajo el Segundo Imperio (1852-1870) y disuelto a principios de la década de 1960, el Cuerpo Francés de Tirailleurs Senegaleses reunía a soldados nacidos en las colonias francesas en África y alistados en el ejército francés. El término acabó designando a todos los soldados del África negra que combatían bajo la bandera francesa, cualquiera que fuera su nacionalidad o país de origen. Participaron en la Segunda Guerra Mundial y en las guerras de descolonización, especialmente en Indochina y Argelia.