Unos 450.000 niños reciben canastas de alimentos en Venezuela, un país donde el precio de los alimentos se ha disparado en los últimos años, dijo el jueves 27 de abril Laura Melo, directora nacional del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La agencia de la ONU está en Venezuela desde julio de 2021 y distribuye canastas de alimentos en 2.000 escuelas en ocho regiones de este país caribeño de 30 millones de habitantes. Estas bolsas de alimentos secos (pasta, arroz, etc.), que benefician a los niños pero también a sus familias, se suman a otros programas alimentarios del Estado venezolano. Entre los 450.000 niños beneficiarios, 16.000 también reciben comidas calientes en escuelas con “mayor diversidad nutricional”.
«El principal problema es una cuestión de acceso económico a los alimentos», dijo la Sra. Melo a dos agencias internacionales de noticias. “Hemos visto en Venezuela, como en el resto del mundo, un aumento significativo en los precios de los alimentos, lo que significa que las poblaciones vulnerables tienen dificultades para obtener alimentos nutricionalmente diversos”, agregó. Venezuela está sumida en una profunda crisis, con un PIB que se contrajo un 80% entre 2014 y 2021.
La liberalización y dolarización de precios ha ayudado a acabar con el desabastecimiento incesante (con largas colas para comprar alimentos básicos), pero ha llevado a un aumento generalizado de casi todos los precios. “Lo que estamos viendo hoy no es que no haya comida en el mercado, hay comida, pero los precios están muy altos”, subraya Laura Melo. Según un estudio universitario de noviembre de 2022, tres de cada cuatro venezolanos no cuentan con ingresos suficientes para cubrir su canasta básica de alimentos. Esta ascendió a 511 dólares mensuales en marzo, según el Centro de Documentación y Análisis (Cendas), una referencia ante la ausencia de cifras oficiales.
El gobierno venezolano está vendiendo bolsas de alimentos a precios subsidiados bajo un programa que atiende a poblaciones vulnerables pero que se ha visto empañado por escándalos de corrupción. El PMA, que tiene un presupuesto de unos 120 millones de dólares en 2023 para Venezuela, tiene como objetivo brindar ayuda a un millón de niños. El próximo año espera ampliar su distribución de comidas calientes que, en su primera fase, también permitió aumentar en un 30% el índice de escolaridad en los establecimientos beneficiados.