Un sindicato de controladores aéreos presentó un aviso de huelga para el 1 de mayo como parte del movimiento contra la reforma de pensiones promulgada a mediados de abril, sin que se conozcan de inmediato las consecuencias para el tráfico. La Union Syndicale de l’Aviation Civile-CGT (USAC-CGT) «sigue siendo parte de la movilización decidida por todas las confederaciones sindicales» el Día del Trabajo, escribe en una carta anunciando este aviso al director general de aviación civil.

Este aviso se refiere a “el día 1 de mayo de 2023” y “las pernoctaciones aguas arriba y aguas abajo para los agentes que laboran en horario escalonado”, completó la USAC-CGT en esta misiva consultada este miércoles en su sitio web. La USAC-CGT encabeza la movilización de los controladores aéreos contra la reforma de las pensiones, que se saldó con 34 días de huelga solo en el primer trimestre, según la Federación Nacional de Aviación y sus Oficios (Fnam), vocera de aerolíneas en Francia.

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Otro sindicato, el SNCTA, que dice ser mayoritario entre los controladores aéreos, no llama sin embargo a una huelga contra esta reforma muy impopular y promulgada el 15 de abril por el presidente Emmanuel Macron. Contactada este miércoles, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) no pudo evaluar de inmediato las consecuencias en el tráfico aéreo de esta nueva movilización en pleno fin de semana puente y vacaciones de Semana Santa.

Durante días previos al movimiento social, la administración había pedido a las empresas que renunciaran a parte de su programa de vuelos con salida o llegada a determinados aeropuertos franceses, incluido Orly, la segunda plataforma del país. Según la Fnam, en el primer trimestre se cancelaron unos 3.500 vuelos, incluidos 500 «calientes», sin que los pasajeros pudieran ser advertidos con anticipación, sinónimo de situaciones difíciles en las terminales. Por su parte, el organismo europeo de seguimiento del tráfico aéreo, Eurocontrol, estimó que 10 millones de pasajeros se vieron afectados por la huelga entre marzo y principios de abril.

De hecho, los paros laborales de los controladores afectan, además de los aeropuertos franceses, a los centros de navegación aérea en ruta (CRNA) que gestionan las trayectorias de las aeronaves que cruzan el espacio aéreo francés para conectar dos terceros países. Estas huelgas, por tanto, tienen efectos en cascada en todo el transporte aéreo del Viejo Continente.