El Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Europea de Aseguradores (EIOPA) pidieron el lunes cerrar la brecha de cobertura de pérdidas resultante de desastres relacionados con el clima en la UE, que es probable que aumente aún más en el futuro. Solo una cuarta parte de las reclamaciones por desastres relacionados con el clima en la UE (tormentas, inundaciones, incendios forestales) están actualmente aseguradas y se espera que este déficit aumente a medida que aumenta el impacto del cambio climático, explican las dos instituciones en un documento de trabajo conjunto.
En la UE, muchos residentes subestiman los costos de los daños relacionados con el clima o prefieren confiar en el apoyo de los gobiernos, según el BCE y EIOPA. “Necesitamos aumentar el uso de seguros contra catástrofes climáticas para limitar el creciente impacto de los desastres naturales en la economía y el sistema financiero”, dijo en un comunicado el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos. “Debemos dar respuesta al creciente déficit de protección aseguradora proponiendo y encontrando soluciones adecuadas”, ha insistido la presidenta de la Autoridad Europea de Aseguradores, Petra Hielkema.
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Situadas en primera línea, las aseguradoras deberían ofrecer ofertas atractivas a hogares y empresas, incluidos, por ejemplo, descuentos si los asegurados toman medidas para reducir su exposición al riesgo climático, creen las dos instituciones en su documento de trabajo. Se trataría entonces de ampliar las emisiones de “catbonds” (bonos de catástrofe), que permiten a las aseguradoras trasladar al mercado el riesgo vinculado a determinados eventos naturales. En la misma línea, los gobiernos podrían establecer “asociaciones público-privadas”, como las que existen en Francia, España y el Reino Unido.
En estas asociaciones, las aseguradoras y reaseguradoras asumen parte del riesgo junto con el gobierno, mientras que se puede alentar a los asegurados a adaptarse al riesgo, reduciendo así el riesgo moral. Por último, los planes de seguro a nivel nacional podrían complementarse con un plan público a escala de la UE. Aseguraría que lleguen suficientes fondos a los países para la reconstrucción después de un gran desastre relacionado con el clima. Las inundaciones del verano de 2021 en Europa provocaron daños por un total de 46.000 millones de euros en costes, de los que solo 11.000 millones de euros estaban asegurados. Alemania ha comprometido en respuesta hasta 30 mil millones de euros para financiar los esfuerzos de reconstrucción.