El ejército ruso anunció este jueves el fin de los ejercicios sorpresa de su flota en el Pacífico, anunciados la semana pasada, en pleno acercamiento con China y tensiones con Occidente.
“Estos ejercicios sorpresa confirmaron el alto nivel de preparación militar de la Flota del Pacífico para cumplir misiones destinadas a repeler la agresión de un posible enemigo”, dijo el Ministerio de Defensa ruso.
En un comunicado de prensa, el ministerio especifica que más de 25.000 soldados, 89 aviones y helicópteros, así como 167 barcos, incluidos doce submarinos, participaron en estas maniobras repartidas en siete días.
Según el ministerio, la flota se entrenó en repeler ataques aéreos, detectar y destruir submarinos y disparar misiles, artillería y torpedos, durante maniobras en «áreas designadas» de los mares de Japón, Orkhotsk y Bering.
Los submarinos y barcos rusos también se han preparado para repeler un posible «desembarco» enemigo en las Islas Kuriles del Sur, aún reclamadas por Japón, y en la isla de Sakhalin, agregó el ministerio.
Los bombarderos pesados rusos realizaron vuelos en la «parte central» del Océano Pacífico, entrenándose para llevar a cabo ataques contra grupos de barcos. Estos ejercicios tuvieron lugar durante una visita a Rusia del Ministro de Defensa chino, Li Shangfu. Este último, que fue recibido el pasado domingo por Vladimir Putin en el Kremlin, elogió los lazos muy fuertes entre Moscú y Pekín «que van más allá de las alianzas político-militares de la era de la Guerra Fría».