Sería un soplo de aire fresco, para un sector tomado por la garganta desde hace unos meses. Mientras la financiación en las start-ups francesas se está agotando, tras un eufórico inicio de año 2022, un diputado de la mayoría quiere devolver margen de maniobra a los jóvenes brotes franceses. Se basa, entre otras cosas, en los ahorros de los franceses para lograrlo. “El ahorro de los franceses representa 5.000 billones de euros, pero podría estar mejor marcado”. Este es, en esencia, el mensaje entregado por Paul Midy, MP de Essonne. Este Polytechnicien de 40 años conoce bien el ecosistema de las start-ups, ya que lo ha frecuentado de cerca. Primero en Jumia, una plataforma africana de comercio electrónico, luego en la puesta en marcha de entrega de comidas, Frichti.
En resumen, un candidato ideal para la misión de seis meses que le encomendó el gobierno el pasado mes de enero, a saber, encontrar vías de inversión adicionales para apoyar a las empresas emergentes, innovadoras y/o en crecimiento. La primera de las palancas que está considerando es fiscal. Durante la campaña, Emmanuel Macron se mostró bastante entusiasmado con la idea de replicar un mecanismo que ha demostrado su eficacia al otro lado del Canal. El “SEIS/EIS”, creado sobre el terreno hace 30 años, permite al ahorrador británico beneficiarse de reducciones de impuestos cuando invierte en start-ups. “Este dispositivo permite recaudar 2.000 millones de euros al año, financiar 5.000 start-ups y crear 25.000 puestos de trabajo al año”, cifra Paul Midy. Un dispositivo de este tipo, el IR-PME, ciertamente ya existe en Francia, pero el diputado lo considera inadecuado porque está sujeto al techo general de lagunas fiscales, de 10.000 euros por hogar.
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En detalle, su propuesta consistiría primero en una vasta preparación de los mecanismos dedicados a las “Empresas Jóvenes”. La idea sería crear tres categorías: empresas jóvenes, empresas jóvenes de innovación y crecimiento (JEIC) o empresas jóvenes innovadoras y disruptivas (JEIR), cada una de las cuales se beneficiaría de mecanismos específicos. Es obviamente para los dos últimos que los incentivos serán los más importantes. Este nuevo sistema permitiría, por ejemplo, exenciones de los cargos de los empleadores por la contratación por un período de 8 años para los JEIC, 12 años para los JEIR, asistencia en efectivo gracias al crédito fiscal de investigación, pero también elegibilidad para acceso privilegiado a la contratación pública (a través de el mecanismo conocido como compras innovadoras, cuando no superen la cantidad de 100.000 euros).
Los particulares, al invertir en estas start-ups y pymes innovadoras, podrían beneficiarse de reducciones fiscales que van desde el 30 % (para la JEIC) hasta el 50 % (para la JEIR) sobre el importe de su inversión. El conjunto, abriendo la posibilidad de invertir “boletos grandes”, por tanto por encima del techo de lagunas fiscales de los 10.000 euros. Para 2027, la idea es ayudar a entre 10.000 y 20.000 de estas empresas. “El plan recaudará 1.000 millones de euros al año. Acoplando a las exoneraciones de las contribuciones patronales, estimamos que podemos lograr la creación de 100.000 puestos de trabajo para 2027. Esta es una proyección cautelosa”, explica el diputado. Quedan varios puntos en discusión, como los criterios para reclamar el título de JEIC o JEIR, o la organización que será responsable de colocar la etiqueta.
La segunda etapa del cohete consiste en movilizar mejor los 5.000 millones de euros de ahorro de los franceses, que duermen en su mayor parte en productos regulados como seguros de vida o cuentas de ahorro. “Financia bonos del gobierno o sectores que crean poco empleo para dos tercios y para un tercio de las empresas que cotizan en bolsa. Pero no hay nada sobre las empresas emergentes», lamenta Paul Midy. A través de una serie de medidas legales, el MP quiere redirigir parte de este ahorro hacia capital de inversión y empresas innovadoras dedicadas a la reindustrialización o transición energética. Se trata en particular de orientar más los fondos depositados en los seguros de vida o en los planes de ahorro para el retiro. Aquí nuevamente, se trata de mil millones de euros que se podrían desviar por año, es decir, la creación de 50.000 puestos de trabajo para 2027, cifra el diputado y sus equipos.
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Naturalmente, French Tech agradecería este paquete fiscal y regulatorio destinado a aportarle 2 mil millones de euros por año. Previene. Cualquier nueva exención o reducción de impuestos podría llamar la atención del lado de Bercy, en el contexto presupuestario más que nunca limitado. El diputado, quiere tener confianza, juzgando que su dispositivo generará ingresos fiscales para el Estado al final de la carrera. También será necesario encontrar una mayoría en la Asamblea. Pero aquí nuevamente, Paul Midy dice que confía en la capacidad de encontrar alianzas, especialmente en el lado de LR.