El presidente del Gobierno español calificó este miércoles a Rabat de «aliado imprescindible» en la lucha contra la inmigración ilegal, en un contexto de críticas de la oposición y algunos de sus aliados, que creen que la relación con Marruecos está marcada por demasiadas concesiones.
Marruecos es “un aliado imprescindible para nuestra seguridad y para una migración ordenada en nuestro país y en el continente europeo”, ha declarado el socialista Pedro Sánchez ante la Cámara de Diputados.
«Creo que las cifras hablan por sí solas: la ruta atlántica (Nota del editor: al archipiélago canario) es la única ruta en Europa» donde el número de entradas de inmigrantes ilegales «está disminuyendo, en un contexto de aumento generalizado de la inmigración ilegal». al continente europeo”, dijo. Citando cifras del primer trimestre de este año, Pedro Sánchez dijo que las llegadas de inmigrantes ilegales a Canarias habían disminuido un 63 %, mientras que las llegadas a Grecia e Italia habían aumentado respectivamente en el mismo período un 95 % y un 300 %.
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Las relaciones de España con Marruecos han ido bien desde que Madrid puso fin a un año de distanciamiento diplomático en marzo de 2022 al aceptar ponerse del lado de la posición de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Este revés, que dio la espalda a décadas de neutralidad en el delicado tema de esta antigua colonia española, fue criticado por todos los partidos políticos españoles, a excepción de los socialistas de Pedro Sánchez.
La número tres del Gobierno de coalición, la ministra comunista de Trabajo, Yolanda Díaz, mostró claramente sus diferencias con Pedro Sánchez al calificar este domingo de «dictadura» a Marruecos en una entrevista televisiva.
Yolanda Díaz, que recientemente anunció su candidatura al puesto de Presidenta del Gobierno (Primera Ministra) en las elecciones generales de finales de año, también dijo que volvería «sin lugar a dudas» al acuerdo alcanzado por Pedro Sánchez con Marruecos en el Sáhara si ella llegara al poder.
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La estrecha alianza de España con Marruecos ha sido criticada no solo por la oposición de derecha, sino también por los aliados de izquierda del ejecutivo desde la tragedia en el enclave de Melilla el 24 de junio.
El intento de entrada por la fuerza en este enclave español situado en la costa norte de Marruecos de cerca de 2.000 inmigrantes, en su mayoría sudaneses, había provocado la muerte de al menos 23 migrantes ese día, según las autoridades marroquíes, 27 según la Asociación Marroquí por los Derechos Humanos (AMDH).
