Le Figaro Niza

Siempre aquí. A pesar de un acuerdo alcanzado con la prefectura para que el circo abandone los Alpes Marítimos el domingo, la carpa de Zavatta-Muller todavía está bien plantada en un terreno privado ubicado en Antibes. El ayuntamiento, encabezado por Jean Léonetti, había emitido una orden para prohibir las representaciones durante esta recepción temporal, encontrada de urgencia a raíz de un nuevo embrollo con la metrópolis de Niza durante una instalación «salvaje» en Saint-Laurent-du-Var. Pero los circasianos no lo respetaron y han brindado actuaciones diarias desde el viernes. En Le Figaro, Franck Muller, uno de los representantes de este circo, asume y agrega que seguirán ofreciendo espectáculos. Cien personas fueron allí cada vez en una capacidad de 300 lugares.

Los circasianos están sujetos a una multa de 750 euros por actuación realizada por incumplimiento del decreto municipal y la prohibición. Da igual, contesta el circo, que seguirá y que ya acumula un billete de 3750 euros. “Tenemos familias y animales que alimentar”, justifica Franck Muller. Este último, también representante gremial de los circos, afirma querer salir del departamento de Alpes Marítimos según lo acordado con el prefecto Bernard González durante la mediación anterior. “Deseamos y queremos irnos de Antibes”, vuelve a insistir. Afirma haber contactado con otros departamentos. “No tenemos respuesta de las prefecturas”, dijo. No podemos seguir trabajando así, nos vamos a flipar, estoy agotado.

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Se ha mencionado la hipótesis de una nueva instalación en los Alpes Marítimos, en Villeneuve-Loubet. Era un terreno privado propiedad de un agricultor. Pero resulta ser demasiado pequeño, por lo que es imposible instalar los muchos camiones y animales del circo, incluido un hipopótamo, búfalos y tigres. Por lo tanto, los circasianos se quedan por el momento en Antibes, en terrenos privados, donde un futuro proyecto inmobiliario está a punto de ver la luz. El municipio de Antibes había alertado de un problema de higiene en el lugar.

Según Franck Muller, ninguna de las prefecturas de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, al igual que los departamentos de Aude y Pyrénées-Orientales, respondió a sus solicitudes. “La situación de los circos en Francia es catastrófica, lamenta, en referencia a situaciones similares en Valenciennes, Toulouse o Clermont-Ferrand. Monsieur Darmanin, despierte para evitar una tragedia. Se planea una ley para 2028 (para prohibir los circos con animales salvajes, Ed), pero hay que tomar una nueva decisión ahora, en 2023. O paramos todo, o nos dan las herramientas con las prefecturas para que funcione correctamente.

“Es un mandato contradictorio, añade Cyrille Emery, delegado general de la Asociación para la Defensa de los Circos Familiares, que representa alrededor de la mitad de los circos ambulantes de Francia. Hay una opción de circo en el Bac, hay escuelas de circo, y ninguna ciudad quiere acogerlas. La raíz del problema son los ciudadanos itinerantes que no son aceptados y que hay discriminación”.