Debemos ocupar el espacio, clavar el mensaje y, en definitiva, brindar el servicio posventa del presidente Macron. Al día siguiente de su solemne discurso, pronunciado la noche del martes a las 20 horas, nada menos que seis ministros se movilizaron en las mañanas de radio y televisión para coincidir con el Jefe de Estado. Mientras que la oposición denunció mayoritariamente a un presidente «desconectado», los miembros del gobierno retrataron a un líder en línea con las expectativas de los franceses, decidido a mantener un rumbo.
“El presidente dijo cosas fuertes ayer. Puso las cosas en palabras”, dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en LCI el martes por la mañana. Para el inquilino de Beauvau, Emmanuel Macron designó acertadamente a esta «gran parte de los franceses que están enojados, desesperados o preocupados por el futuro». “Por varias razones: está la reforma de las pensiones, pero también está la subida de precios”.
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“Fue un discurso de la verdad, y un discurso de valentía, y un discurso que traza un rumbo”, agregó Agnès Pannier-Runacher (Transición energética) sobre Europa 1. “Las prioridades” en su opinión se han fijado, “basadas en lo que escuchó de los franceses”. Como el tema del trabajo, sobre el que el presidente quiere profundizar más.
El trabajo, y un “Reparto más justo del esfuerzo”, que Olivier Véran se mostró encantado de haber encontrado en el discurso de Emmanuel Macron. “Quieren algo que sea más justo en el reparto, y lo que les decimos a los franceses es que escuchamos este mensaje”, así suplicaba el portavoz del Gobierno al micrófono de France Info. Antes de insistir en “la necesidad de trabajar con los sindicatos”, que se niegan a estas alturas a retomar el diálogo. Lástima que la reforma de las pensiones -que aún cristaliza las tensiones- solo se discutiera durante dos minutos al inicio de la intervención. “Yo creo que restringiendo las preocupaciones de los franceses a la única reforma de las pensiones, eso sería eso, estar al lado del plato”, arrasó la ministra.
Es también en este sentido que Gabriel Attal defendió sobre France Inter la «responsabilidad colectiva», en particular para «seguir construyendo un Plan Marshall para las clases medias en los próximos meses». “Se ha establecido una hoja de ruta clara”, agregó.
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Esta responsabilidad no escapa a la oposición, apuntada por los ministros. El ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, fustigó así a RTL «esta especie de movimiento de pinzas entre la extrema izquierda y la extrema derecha (…) que se posiciona en una especie de cultura de la irresponsabilidad, algunos buscando el caos, otros para aprovechar al máximo él. Para Bruno Le Maire (Finanzas), en BFMTV/RMC, “lo que proponen nuestros opositores”, es también “el gran sueño, el paso atrás (…), ninguna reforma de las pensiones, ninguna transformación del modelo económico”. Un “gran sueño”, que podría terminar “en una gran pesadilla para nuestros compatriotas”.