Será canonizado el beato Carlo Acutis, un joven italiano nacido en 1991 y fallecido en 2006 a causa de leucemia. Con la autorización del Papa Francisco, el Dicasterio para las Causas de los Santos, organismo del Vaticano encargado de las investigaciones sobre beatificación y canonización, atribuyó un milagro al joven italiano.
El Vaticano ha estudiado una curación considerada milagrosa por una joven costarricense que llegó a estudiar a Florencia en 2018. Tras una caída mientras andaba en bicicleta por las calles de la ciudad, la estudiante fue trasladada al hospital con un “traumatismo craneoencefálico muy grave”. Luego, su madre rezó a Carlo Acutis, declarado beato en 2020 por el Papa Francisco, dirigiéndose a su tumba en Asís.
“El mismo día, Valeria recuperó la respiración espontánea y, al día siguiente, los médicos comprobaron la recuperación de la motricidad en los miembros superiores y la reanudación parcial del habla”, señala el Dicasterio Romano. La joven sanó completamente y muy rápidamente, para sorpresa de los médicos.
Otro milagro fue atribuido a Carlo Acutis por la curación en Brasil en 2013 de un niño que padecía una grave deformación congénita del páncreas. Sin que en este caso fuera necesaria la cirugía, la anomalía desapareció después de que el pequeño paciente tocara una reliquia del venerable italiano.
Carlo Acutis es presentado a menudo en la Iglesia católica como el santo patrón de los internautas. Muy piadoso, el joven había creado sitios web para sacerdotes y un sitio sobre milagros religiosos. También había diseñado un diagrama del rezo del Rosario, que recitaba diariamente, reproduciéndolo en su ordenador.
Su devoción digital ha sido elogiada por el Papa Francisco, quien declaró en 2019 que su uso de Internet le había permitido “comunicar valores y belleza” y contrarrestar los “peligros de las redes sociales”. El Papa también citó una frase emblemática de los jóvenes milaneses: «Todos nacen originales, pero muchos mueren como fotocopias», animando a los internautas a no perder su individualidad.
El Papa Francisco también aprobó la beatificación de dos mártires del comunismo, el polaco Stanisław Kostka Streich y la húngara Mária Magdolna Bódi, asesinados en 1938 y 1945 “por odio a su fe”.