Brasil y Emiratos Árabes Unidos alcanzaron una serie de acuerdos sobre cambio climático y biocombustibles el sábado (15 de abril), durante la visita oficial del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, al país del Golfo, rico en petróleo. «Esta visita fue muy fructífera», dijo Lula en un breve comunicado al canal brasileño TV Globo después de reunirse con el presidente emiratí, el jeque Mohammed bin Zayed Al-Nahyan, en Abu Dabi.
Los dos países dijeron en un comunicado conjunto que los dos líderes discutieron temas que incluyen comercio, tecnología, defensa, aviación y seguridad alimentaria. Los acuerdos anunciados incluyen la cooperación en la lucha contra el cambio climático y que la refinería de Mataripe, controlada por Emiratos Árabes Unidos y ubicada en el noreste de Brasil, invertirá hasta 2.500 millones de dólares en un proyecto de biodiésel en la región.
Emiratos Árabes Unidos albergará la cumbre climática de la ONU en Dubái en diciembre y Brasil es candidato para la organización de la edición de 2025. Los dos países han acordado trabajar juntos para «fomentar una acción climática ambiciosa» del resto de el mundo. El presidente emiratí recibió a Lula en el palacio presidencial de Abu Dabi, donde se disparó una salva de 21 cañonazos y lo invitó a asistir a un iftar, una comida diaria para romper el ayuno durante el mes sagrado musulmán del Ramadán. El presidente brasileño debe dar una conferencia de prensa el domingo por la mañana, dijeron las autoridades.
Lula había llegado a Emiratos el sábado después de una visita de dos días a China durante la cual los dos países destacaron su cooperación en los campos económico y diplomático. En Pekín, el líder brasileño, que volvió al poder en enero tras dos mandatos entre 2003 y 2010, quiso estrechar los lazos económicos con su principal socio comercial.
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También aprovechó para afirmar que Brasil está «de vuelta» en el escenario internacional, y espera desempeñar el papel de mediador en la guerra iniciada por Rusia contra Ucrania. A diferencia de muchas potencias occidentales, China y Brasil nunca impusieron sanciones financieras a Rusia y ambos intentan posicionarse como mediadores.
Los Emiratos Árabes Unidos también han adoptado una postura neutral sobre el conflicto y han atraído a un gran número de empresarios rusos que huían del impacto de las sanciones occidentales, en particular a Dubái, un importante centro financiero. El rico país del Golfo es el segundo mayor socio comercial de Brasil en Oriente Medio, según la agencia oficial WAM. El comercio entre los dos países, excluyendo los derivados del petróleo, ascendió a más de 4.000 millones de dólares en 2022, un 32% más que el año anterior.