En el norte de Burkina Faso, varios civiles murieron y otros resultaron heridos por soldados el martes 4 y el miércoles 5 de abril en enfrentamientos en Dori, dijo el jueves el prefecto de la provincia de Séno. “Durante las noches del martes y miércoles (…) se observaron actos de atentado contra la libertad y la vida en el barrio Petit Paris de Dori así como en otros sectores de la ciudad”, explicó el prefecto Abrahamane Mande en un comunicado de prensa.
“Lamentablemente, se dice que algunos militares están involucrados en estos lamentables hechos, disparando armas automáticas y golpeando a vecinos y transeúntes pacíficos, causando pérdidas de vidas y heridos a la población”, lamentó, sin dar una valoración precisa. Según varios vecinos contactados por AFP, se trata de una «expedición punitiva» encabezada por militares tras el asesinato el lunes de un soldado en el barrio de «Petit Paris».
“El martes y miércoles grupos de militares allanaron el barrio e incluso barrios aledaños. Golpeaban con cinturones y cuerdas a todos los que encontraban en la calle”, explicó a la AFP uno de ellos, que aseguró haber recibido varios golpes en la espalda. “Desafortunadamente, tres personas murieron por balas perdidas”, dijo otro residente de Dori.
“Debemos evitar una fractura entre el ejército y la población en un momento en que necesitamos una sana colaboración para luchar contra el enemigo común que son los terroristas”, estimó un tercer habitante. Según la nota de prensa del prefecto, el jueves se realizó una reunión entre los principales actores de la vida de la ciudad y los militares «con el fin de calmar el clima y preservar la cohesión social». Oficiales militares «pidieron disculpas» por «actos lamentables» que «no volverán a suceder». También se comprometieron a castigar a los militares involucrados en esta violencia.
Burkina Faso, en particular su parte norte, está atrapada desde 2015 en una espiral de violencia atribuida a grupos yihadistas vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico (EI), que han matado a más de 10.000 civiles y militares, según ONG , y unos dos millones de desplazados internos. Ante el recrudecimiento de esta violencia, el capitán Ibrahim Traoré, que llegó al poder por un golpe de Estado el 30 de septiembre de 2022 -el segundo en un año-, había expresado en febrero su «determinación intacta» de luchar contra los yihadistas, que controlan alrededor de 40 % del país.