El Tribunal de Apelación de París confirmó este martes que el Estado no había cometido «negligencia grave» en el caso de las «fadettes», una investigación durante la cual la Fiscalía Nacional Financiera (PNF) explotó los registros telefónicos detallados de varios vestidos negros. El asunto de las «fadettes» está estrechamente relacionado con el llamado expediente «escuchas telefónicas» o «Bismuto», contra Nicolas Sarkozy, su abogado Thierry Herzog y el exmagistrado superior Gilbert Azibert, en el que se espera una decisión de apelación el 17 de mayo.
Como parte de las pesquisas, en 2014, la PNF había abierto una investigación paralela destinada a identificar quién pudo haber informado al expresidente y a su abogado que fueron interceptados: la fiscalía financiera había examinado las facturas detalladas («fadettes») de nueve abogados y geolocalizó a tres de ellos, en un período de pocas horas.
Esta investigación, cerrada sin más diligencias en diciembre de 2019, fue vapuleada por la defensa de MM. Sarkozy, Herzog y Azibert, quien en particular afirmó que había estado «oculta» mientras estaba en la defensa. El revuelo suscitado por este asunto había llevado a la exministra de Justicia Nicole Belloubet a solicitar un informe a la Inspección General de Justicia (IGJ), que en sus conclusiones entregadas en septiembre de 2020 no había visto ninguna ilegalidad pero sí resaltaba una serie de irregularidades.
Es en este contexto que el Colegio de Abogados había emprendido acciones legales en diciembre de 2020: había solicitado 50.000 euros de indemnización por un mal funcionamiento en el servicio público de Justicia, denunciando en particular un ataque al secreto profesional de los abogados. En primera instancia, el 3 de noviembre de 2021, el tribunal de París los desestimó, decisión confirmada este martes por el Tribunal de Apelación.
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También en este caso, el tribunal consideró que, en el momento de los hechos, la injerencia en la vida privada de los abogados en cuestión y de sus interlocutores no era desproporcionada con respecto al objetivo perseguido. En cuanto a la “falta de rigor” y “los errores señalados por la IGJ”, el tribunal resolvió que, “por lamentables que sean, no caracterizan en sí mismos una falta grave susceptible de comprometer la responsabilidad del Estado”.
Apuntado a sí mismo cuando era abogado por el pelado de sus «fadettes», el ministro de Justicia Éric Dupond-Moretti había iniciado procedimientos sobre este tema, poco después de su entrada en el gobierno, contra dos magistrados del PNF -desde blanqueado-. Es en particular esta decisión la que vale hoy para que el Guardián de los Sellos sea devuelto a la justicia por «apropiación ilegal de intereses» – ha interpuesto un recurso de casación contra esta remisión.