El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas denunció este martes el creciente número de ejecuciones en Irán, incluidas las vinculadas a las protestas que sacuden al país desde hace meses.
El organismo de la ONU aprobó una resolución expresando su “profunda preocupación por el creciente número de ejecuciones, incluidas las de personas condenadas a muerte por su presunta participación en manifestaciones recientes”.
El texto también prorroga el mandato del relator especial de la ONU sobre derechos humanos en Irán, Javaid Rehman, por un año más. Fue aprobado por 23 de los 47 miembros de este consejo. Dieciséis miembros se abstuvieron y ocho votaron en contra, incluidos Cuba, China, Pakistán y Vietnam. El embajador iraní Ali Bahraini por su parte rechazó este texto, considerándolo inadmisible para «hacer de los derechos humanos un arma de política exterior».
Esta resolución se hace eco de la creciente preocupación por el elevado número de ejecuciones en Irán y reitera la enérgica condena de la comunidad internacional a la dura represión lanzada por el régimen iraní tras las multitudinarias protestas iniciadas el pasado mes de septiembre. Teherán ejecutó a cuatro personas tras estas protestas desatadas por la muerte el 16 de septiembre de una joven iraní de 22 años, Mahsa Amini, que murió tras ser detenida con el pretexto de que no llevaba el velo correctamente. Según la Organización para los Derechos Humanos en Irán, con sede en Noruega, al menos 144 personas han sido ejecutadas en ese país este año.
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La resolución adoptada el martes pide a Irán que tome «todas las medidas legislativas, administrativas y de otro tipo necesarias» para que nadie sea ejecutado por «supuestos delitos que no están al nivel de los delitos más graves». Irán también debe garantizar que ninguna ejecución se refiera a “supuestos delitos cometidos antes de los 18 años” y que las sentencias sean pronunciadas solo por estos tribunales “competentes, independientes e imparciales”, agrega el texto. El Consejo también deploró la «discriminación y violencia sistemáticas por motivos de género, origen étnico, religión u opinión política» en Irán.