Como una carta en el correo, o casi: en España, los diputados validaron este jueves la reforma de las pensiones del Gobierno de izquierdas, que prevé hacer que las rentas más altas aporten más manteniendo la edad de jubilación en los 67 años. Ni manifestaciones, ni enfrentamientos con la policía… A diferencia de la del presidente Emmanuel Macron en Francia, la reforma del primer ministro socialista Pedro Sánchez ha conseguido en las últimas semanas imponerse en la «paz social», según sus palabras, a pesar de las críticas de la la oposición de derecha y los negocios.

Aprobado a mediados de marzo por el Gobierno mediante un decreto, el texto recibió este jueves luz verde definitiva por parte de la mayoría de los diputados, con 179 votos a favor, 104 votos en contra y 61 abstenciones, en particular gracias al apoyo de los partidos políticos .Separatistas vascos y catalanes. Este «amplio apoyo» permitirá «modernizar nuestro sistema» de jubilación y reforzar «su equidad y su sostenibilidad», saludó en Twitter el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, abanderado de esta medida.

Negociado por los socialistas con la formación de izquierda radical Podemos, su aliado en la coalición gobernante, este texto, que es la última etapa de una reforma que se lleva a cabo por fases desde hace dos años, también fue discutido con los interlocutores sociales.

Destinada a reequilibrar el sistema de pensiones español, amenazado por el envejecimiento de la población, esta reforma prevé específicamente aumentar la base de cotización, es decir, la parte del salario sobre la que cotizan los trabajadores, con el fin de contribuir en mayor medida a aquellos con mayor ingresos También avala un aumento de la contribución, en particular de los empresarios, al «mecanismo de equidad intergeneracional», que alimenta un «fondo de reserva» creado para hacer frente a las tensiones que se esperaban cuando la generación del «baby boom» de la década de 1960 -70 llegará a la edad de jubilación.

Por otro lado, el texto no afecta a la edad legal de jubilación que deberá aumentar paulatinamente hasta los 67 años en 2027, en virtud de una reforma ratificada en 2011 bajo un anterior gobierno socialista. Sin embargo, algunas personas podrán seguir saliendo a los 65 años si han cotizado durante al menos 38 años y seis meses.

Esta reforma, a la que la Comisión Europea dio luz verde, fue una de las principales contrapartidas exigidas por Bruselas a cambio de la concesión de fondos del megaplan europeo de recuperación, del que España es uno de los principales beneficiarios con 140.000 millones de euros. . Apoyado por los dos principales sindicatos de trabajadores, UGT y Comisiones Obreras (CCOO) que saludaron un «acuerdo histórico», sin embargo fue criticado por las principales organizaciones empresariales que creen que «aumentará el coste de la mano de obra y «pondrá en peligro el empleo». creación».

A pocos meses de las elecciones legislativas previstas para finales de 2023, el líder del Partido Popular (PP, derecha), Alberto Núñez Feijoo, cuestionó por su parte la viabilidad de la reforma… al compararla con la de Emmanuel Macron , que elevó la edad de jubilación de 62 a 64 años. «Es solo un yeso» que solo aguantará «hasta 2025», denunció, creyendo que España estaba haciendo «exactamente lo contrario» de Francia que, por su parte, apostó por una reforma «sostenible» en un contexto de «seguridad social». tensiones».

Des propos jugés «déconcertants» par José Luis Escriva, qui a défendu mercredi dans un entretien avec le quotidien El Pais, la solidité de sa réforme mais aussi la méthode suivie par le gouvernement, permettant d’avancer sur un sujet où le «consensus» es difícil». «Italia lleva años dando vueltas sobre las reformas a realizar y, en Francia, vemos lo que está pasando», ha insistido.

Un mensaje respaldado por el jefe del primer sindicato francés (CFDT), Laurent Berger, en las columnas del mismo diario. En Francia «no se busca el compromiso», a diferencia de España, donde la reforma dio lugar a «consultas entre los sindicatos y el Gobierno», juzgó.