La violencia se temía, finalmente se confirmó. El sábado, la manifestación -prohibida- que se celebró en Sainte-Soline para protestar contra las megacuencas degeneró en violentos enfrentamientos, hiriendo tanto a la policía como a los manifestantes. Un puñado de Nupes electos también había hecho el viaje para apoyar el movimiento. Movilizada ese día, la diputada rebelde Clémence Guetté anuncia ahora que quiere crear una comisión parlamentaria de investigación “sobre las elecciones que se han hecho para el mantenimiento del orden”.

“No estoy aquí para condenar, no soy fiscal, habrá justicia”, primero hizo saber el electo LFI en RTL el lunes por la mañana, ante la mención de los excesos también emanados de los manifestantes. “Lamento que haya heridos del lado de los manifestantes porque solo estaban para manifestarse, y lamento que haya heridos del lado de la policía porque solo respondieron a una orden”, continuó.

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Para Clémence Guetté, la llegada de manifestantes violentos, incluso armados, no justifica que la jornada diera ese giro. De hecho, es la doctrina de mantener el orden que, según ella, «puso en peligro a miles de personas que llegaron pacíficamente». «¿Porque la gente potencialmente viene con armas y peligro, disparamos a la multitud? ¿Es esa la doctrina policial francesa ahora? Es absolutamente irrazonable”, zanjó el funcionario electo. Evocando «la sensación» en el lugar «de estar en un escenario de guerra», frente a un policía al que se le habría ordenado defender la futura megacuenca «cueste lo que cueste».

El diputado también defendió la presencia de diputados rebeldes y ambientalistas, a pesar de la prohibición de la concentración. “Era importante para nosotros estar allí como parlamentarios porque la causa que se defiende allí es justa”, explicó, precisando “luchar por el derecho al agua”. Y para insistir: «No estábamos allí por casualidad».

Al micrófono de LCI, el miembro de Horizons, Jean-Pierre Raffarin, barrió la hipótesis de una comisión de investigación parlamentaria, calificándola de «inaceptable». “Es ilógico equiparar violencia policial y violencia delincuencial”, argumentó, subrayando que “la policía, cuando hay violencia, es accidental”. Más bien le pide que «firme un pacto nacional contra la violencia», que vería la luz gracias a una resolución parlamentaria. «A ver en el Parlamento quién está dispuesto a firmar un pacto republicano contra la violencia», propuso.