«La primera visita real de estado víctima de disturbios civiles». El tono del diario británico The Daily Telegraph es ligeramente desilusionado este sábado. En Reino Unido, se esperaba la visita del rey Carlos III a Francia prevista para los días 26 y 27 de marzo, seis años después de la votación del Brexit, como muestra del acercamiento a las relaciones con Europa. Ante escenas de caos al margen de las manifestaciones contra la reforma de las pensiones, el Elíseo finalmente canceló la invitación.

«Un revés frustrante en el resurgido acuerdo cordial», añade The Independent, evocando «una decepción (…) para todos los involucrados». Si bien el primer ministro Rishi Sunak ha intensificado los esfuerzos en los últimos meses para mejorar las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, el diario de centroizquierda y europeísta considera «muy lamentable que la continuación de las manifestaciones de violencia contra la reforma de las pensiones haya sido considerado un riesgo demasiado grande para la seguridad del rey y Camila».

La prensa británica no se anda con rodeos sobre la crisis social en Francia. “Francia cae en el caos”, titula The Daily Telegraph, y luego elabora en sus páginas: “La perspectiva de que el asediado Macron cene junto al rey durante un banquete de gala en el Palacio de Versalles en plena escalada de la revuelta se había vuelto cada vez más insostenible, y los comentaristas sugirieron que este habría sido su «momento María Antonieta».

“Jubilación real”, titula a su vez The Times. Pese al dejo de ironía, el diario de centroderecha comprende la delicada posición de Emmanuel Macron, atrapado entre el riesgo de ceder ante los manifestantes y la garantía de la seguridad del Rey de Inglaterra.

El conservador Daily Mail se muestra menos comprensivo con el jefe de Estado francés y titula, sin piedad: «Macron capitula ante la multitud». Y para evocar a un jefe de Estado «humillado», creyendo que Carlos III no habría tenido miedo de cruzar el Canal «para demostrar que no podemos ceder ante la multitud»…

Sea como fuere, la prensa británica es unánime: el «aplazamiento brutal» de este viaje es «extremadamente vergonzoso» (The Daily Telegraph) para Emmanuel Macron, que había invitado oficialmente a Carlos III durante su estancia en Londres para el funeral de la Reina el pasado Septiembre. “La montaña rusa fue vergonzoso para Macron, pero se decidió que era mejor que ver una visita de estado convertirse en un fiasco” (The Times).

Si a muchos les preocupan ciertos grafitis inscritos en las paredes de París, desde «muerte al rey» hasta «Carlos III, ¿conoces la guillotina?», The Independent sin embargo ve una explicación más trivial al revés francés. “Aparentemente, los trabajadores del servicio encargados, literalmente, de desplegar la alfombra roja estarán en huelga, y es posible que el Rey y la Reina no hayan sido debidamente recibidos y atendidos con el estilo que uno esperaría de la elegante cuna de la alta cocina. Las cosas estaban a punto de volverse simplemente inalcanzables”.

Por su parte, la prensa en Alemania, donde se espera desde el miércoles al rey Carlos, poco o nada comentó la noticia. Simplemente, el diario Süddeutsche Zeitung toma prestado un tono de ligera burla para lamentar que “pudo haber sido tan hermoso. El rey Carlos y el rey Emmanuel (…) reunidos en la ciudad del amor, las luces y la «Emily en París».