El jueves (23 de marzo), China intentó impedir que un destacado activista uigur hablara ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ya que exigió que el organismo considere urgentemente cargos graves de abusos contra los derechos humanos contra Beijing.

Dolkun Isa, residente en Alemania y presidente del Congreso Mundial Uigur, habló durante un debate general en el Consejo. Afirmó que la gravedad de las acusaciones contra China “exige la intervención inmediata y la atención urgente del Consejo”.

Se refiere a una serie de informes recientes, incluido el de la ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que habla de crímenes de lesa humanidad contra los uigures y otras minorías musulmanas en la región de Xinjiang. Pero tan pronto como comenzó a hablar, el representante de China en la sala, Mao Yizong, pidió hablar en protesta.

«Nous avons des raisons de contester la qualification de l’orateur», a-t-il dit, insistant sur le fait que Dolkun Isa n’est «pas le représentant d’une ONG, et encore moins un défenseur des droits de l ‘hombre». “Es más bien un elemento antichino, separatista y violento”, acusó Mao Yizong, quien habló en chino. “Permitirle participar en actividades separatistas dentro del Consejo sería una grave violación de los propósitos y principios de la Carta de la ONU, así como de las reglas de procedimiento del Consejo de Derechos Humanos”, dijo el diplomático.

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El presidente del Consejo, Václav Bálek, destacó que las ONG son libres de elegir los oradores que las representen durante el debate, y dejó que Dolkun Isa terminara su intervención. Dolkun Isa había sido invitado por la organización no gubernamental Global Human Rights Defense. «Esta no es la primera vez que el gobierno chino intenta silenciarme», dijo a la AFP, acusando a China «de manipular el sistema de derechos de la ONU».

Lamentó que el Consejo no haya aceptado incluir la cuestión de Xinjiang en su agenda, a pesar de las conclusiones condenatorias del informe de la Sra. Bachelet. Este informe, publicado minutos antes del final del mandato del expresidente de Chile, destacó denuncias «creíbles» de torturas generalizadas, detenciones arbitrarias y violaciones de los derechos religiosos y reproductivos. Obtuvo el respaldo de la ONU a las acusaciones de larga data de que Beijing mantuvo a más de un millón de uigures y otros musulmanes en campos de reeducación. Dolkun Isa dice que su madre murió en uno de estos campos, donde dos de sus hermanos cumplen largas condenas.