Las autoridades de Tanzania dijeron el jueves (23 de marzo) que los pilotos de un avión de Precision Air, que se estrelló en el lago Victoria en noviembre y mató a 19 personas, habían ignorado las alertas automáticas sobre la posición peligrosa del avión.
Diecinueve personas murieron el 6 de noviembre cuando el avión, con 43 personas a bordo, se hundió en las aguas del lago más grande de África, lo que provocó operaciones de rescate por parte de rescatistas, pescadores y residentes para tratar de recuperar a los sobrevivientes.
La policía había atribuido al mal tiempo este accidente considerado el peor en décadas en Tanzania. Ante el enfado que generó este accidente, el presidente Samia Suluhu Hassan había prometido una investigación y ordenado el fortalecimiento del sistema de emergencia del país.
En el segundo informe preliminar publicado desde el accidente, el Ministerio de Transporte estimó el jueves que el sistema de alerta a bordo utilizado para detectar la proximidad del suelo (Enhanced Ground Proximity Warning System o EGPWS) había emitido tres advertencias que indicaban un descenso rápido del avión. «La alerta no fue seguida por una acción correctiva por parte de la tripulación», aseguró el departamento del ministerio a cargo de las investigaciones de accidentes, antes de agregar que, por el contrario, la tripulación puso el avión en actitud de morro hacia abajo.
El informe afirma que el avión volaba con mal tiempo y con visibilidad reducida, lo que “puede haber contribuido a la falta de respuesta a la alerta”. Otro informe, publicado poco después del accidente, señaló fallas en el sistema de rescate y agregó que se podrían haber salvado más pasajeros con una mejor organización.