«Hice un primero completo hace dos semanas y un suplemento el sábado. Tenía miedo de encontrarme bloqueado para ir a trabajar», indica William, un automovilista de los Alpes Marítimos. Hervé, un profesor de Nantes, incluso se felicita por haber «tenido la nariz hueca» el sábado, cuando se llenó de gasolina. Como ellos, son cientos -si no más- los que acuden preventivamente a las estaciones de servicio por miedo a la escasez de combustible.

Según datos de Fig Data, al martes, el 9,5% de las gasolineras de todo el país carecen ya sea de gasolina (SP 98, SP 95, E10) o diésel. En Bouches-du-Rhône, el departamento más afectado, más de la mitad de los lugares de distribución están agotados e incluso el 40% ya está completamente seco. En total, 23 departamentos tenían al menos el 10% de las estaciones de servicio «en dificultades» el lunes, dibujando una diagonal del noroeste al sureste de Francia. Pero, ¿de dónde provienen realmente estas carencias y se acentúan por el miedo a los franceses?

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Para Francis Pousse, presidente de la sección de estaciones de servicio del sindicato Mobilians, la respuesta es clara: «La escasez la provocan los franceses que se precipitan a las estaciones, pero no los culpo sobre todo». Reconoce, sin embargo, que los bloqueos de refinerías por parte de los huelguistas «imposibilitaron» las transferencias de combustible, pero que no son la causa del desabastecimiento.

En efecto, cuando los combustibles salen de las refinerías, se almacenan durante varias semanas en los depósitos, que prácticamente no están parados, para luego llegar a las estaciones de servicio. “Desde las ocho refinerías francesas, suministramos alrededor de 200 depósitos en Francia, que a su vez abastecen a particulares y a las 11.000 estaciones de servicio”, explica Olivier Gantois, presidente de Ufip Energies and Mobility. Respecto a la situación actual, “las refinerías están casi todas bloqueadas, sin embargo de los 200 depósitos, solo entre 5 y 7 están trastornados”, añade, por lo que nada para interrumpir el suministro de las estaciones de servicio.

Olivier Gantois lo asegura una vez más, «lo que conduce a la escasez no son los bloqueos sino las compras preventivas de los automovilistas». Ya, el pasado mes de octubre, la avalancha de los franceses en las estaciones de servicio había agravado la crisis del combustible. “En ese momento, las existencias eran particularmente bajas. La demanda fue alta, especialmente con los reembolsos del gobierno y de los distribuidores. Esto no es comparable con la situación actual, donde los stocks están casi al máximo”, asegura el especialista. Por lo tanto, recomienda repostar solo cuando los automovilistas lo necesiten, para que los franceses no se encuentren parados.