El lunes por la noche en Londres, durante una ceremonia a la que ni siquiera asistió, Lionel Messi ganó su tercer trofeo FIFA The Best al mejor jugador del año 2023. El argentino supera en la clasificación al noruego Erling Haaland y al francés Kylian Mbappé.

Desde entonces, muchos observadores han clamado por la controversia. Compartido entre seis meses en el PSG y seis meses en el Inter Miami, el año 2023 de Lionel Messi es honorable pero no extravagante. En cuanto a trofeos conquistados, la “Pulga” está lejos del triplete Premier League-FA Cup-Champions League logrado por Erling Haaland con el Manchester City. Las estadísticas tampoco juegan a su favor. Incluso el expatriado saudí Cristiano Ronaldo, ausente de los debates, muestra cifras más impresionantes.

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¿Cómo podemos explicar tal triunfo? En lugar de llamarlo un caso increíble de corrupción, veamos los hechos. La FIFA ha publicado detalles de las votaciones así como las reglas para el cálculo de puntos en su sitio web. El documento revela que el sistema de asignación de puntos beneficia en gran medida a Lionel Messi.

Los puntos los otorga un jurado compuesto por cuatro tipos de actores:

1) Los entrenadores de todas las selecciones masculinas.

2) Los capitanes de todas las selecciones masculinas.

3) Un periodista especializado en cada selección nacional

4) Una votación pública entre los aficionados de todo el mundo registrados en FIFA.com (según los términos exactos de FIFA)

Cada uno de estos actores elige a tres jugadores a los que otorga 5 puntos, 3 puntos y 1 punto. Por tanto, los jugadores obtienen un total en estas cuatro categorías. Los totales obtenidos se muestran en la siguiente tabla. El voto público total plantea una primera pregunta. Esta es la única categoría en la que Lionel Messi está muy por delante de Erling Haaland.

Si el único requisito previo para votar es estar registrado en el sitio web FIFA.com, ¿cómo podemos garantizar la equidad y la transparencia de esta votación? ¿Cómo podemos asegurarnos de que estos fans realmente vengan “de todo el mundo”? La FIFA especifica que los aficionados pueden «votar por todos los jugadores […] siempre que esta votación se realice de manera justa». Es difícil imaginar qué se esconde detrás del término «justo».

Si dejamos de lado el voto del público y nos centramos exclusivamente en los otros tres criterios, Erling Haaland está a la cabeza entre los entrenadores y periodistas, pero detrás entre los capitanes. Sumando los tres totales, el noruego tiene una cómoda ventaja sobre el argentino, con 1.827 puntos contra 1.468. Sin embargo, para el recuento final, estos totales tienen poca importancia. La FIFA optó por devolverlos a otro sistema de puntos. Para cada una de las cuatro categorías, el futbolista que quede primero recibe 13 puntos. El segundo, 11 puntos. El tercero, 9 puntos. El cuarto, 8 puntos. Y así enseguida.

Resultado de las carreras, el total de Erling Haaland ya no es 1827 sino 37 (11 13 13), y el de Lionel Messi ya no es 1468 sino 35 (13 11 11). La ponderación, que era de 1,2 con los dos primeros totales, ahora es sólo de 1 con el nuevo sistema de puntos. Es evidente que la brecha entre los dos jugadores se ha reducido artificialmente. Si sumamos el voto del público, concretamente 11 puntos para Haaland y 13 puntos para Messi, los dos hombres se encuentran empatados con 48 puntos.

¿Y qué decide la FIFA en caso de empate entre dos jugadores? Según el artículo 12 de las normas de entrega del trofeo, el ganador será “el jugador que haya obtenido el mayor número de “cinco puntos” entre los votos emitidos por los capitanes de las selecciones masculinas”. En este juego es Lionel Messi quien gana.

Pero esta pequeña sutileza de la regulación no debería eclipsar lo esencial. La coronación de Lionel Messi en el trofeo FIFA-The Best debe mucho a un ventajoso sistema de cálculo de puntos ventajosos y a una votación pública que plantea cuestiones de transparencia.