Los electrolitos son un grupo de minerales que tienen funciones especiales. Cuando se disuelven en un líquido, se descomponen en partículas, algunas de las cuales tienen carga positiva y otras carga negativa. Luego pueden conducir electricidad y transmitir información entre las células nerviosas.

Para que nuestro cuerpo funcione de manera óptima, es importante que haya suficientes electrolitos. En este artículo conocerás los síntomas de la deficiencia de electrolitos y cómo prevenirla.

Los síntomas de la deficiencia de electrolitos pueden variar ampliamente y, a menudo, dependen del tipo y grado de deficiencia. A continuación te contamos cómo puedes saber cuándo no tienes suficientes electrolitos. En otro artículo también te contamos por qué los electrolitos son especialmente importantes durante el ejercicio.

La deficiencia de electrolitos, particularmente la deficiencia de magnesio o potasio, puede provocar calambres musculares. Estos minerales son importantes para la contracción y relajación de los músculos. Si faltan, pueden producirse calambres musculares.

Los electrolitos como el sodio y el potasio son esenciales para la producción de energía en las células. La falta de estos electrolitos puede provocar cansancio y agotamiento general, ya que las células no pueden funcionar de forma óptima.

Los dolores de cabeza también pueden ocurrir si el cuerpo tiene muy pocos electrolitos disponibles. Un desequilibrio de electrolitos en el cuerpo puede provocar deshidratación, lo que a su vez puede provocar dolores de cabeza.

Los niveles bajos de sodio en la sangre pueden provocar mareos. El sodio regula el equilibrio de líquidos en el cuerpo, por lo que una deficiencia puede provocar presión arterial baja y, por tanto, mareos.

Los electrolitos como el potasio y el magnesio son esenciales para el funcionamiento del músculo cardíaco. Una deficiencia de estos electrolitos puede provocar latidos cardíacos irregulares u otras arritmias cardíacas.

Otros síntomas de deficiencia de electrolitos incluyen problemas estomacales como náuseas y vómitos. Si se altera el equilibrio electrolítico, esto puede afectar la digestión normal y provocar molestias.

Los electrolitos también desempeñan un papel en el funcionamiento normal del sistema nervioso. Una deficiencia de estos importantes minerales puede provocar confusión, problemas de memoria o dificultad para concentrarse.

Un equilibrio electrolítico alterado puede provocar enfermedades potencialmente mortales, como arritmias cardíacas o convulsiones. Ya le hemos enumerado los síntomas conocidos de una deficiencia de electrolitos. Por lo tanto, es importante prestar atención a los signos de una deficiencia de electrolitos desde el principio y actuar en consecuencia. 

Para reponer tus niveles de electrolitos, debes llevar una dieta equilibrada. Alimentos como los plátanos, las nueces, las espinacas o el aguacate contienen muchos electrolitos importantes. Las bebidas especiales con electrolitos también pueden ayudar a restablecer rápidamente el equilibrio electrolítico. Esto puede resultar especialmente útil después del ejercicio, cuando se ha sudado mucho. Incluso después de diarrea o vómitos, puedes reponer tus necesidades con bebidas electrolíticas.

Varios factores pueden agotar los electrolitos del organismo, como la sudoración intensa, la diarrea, los vómitos o el ejercicio intenso. Una dieta desequilibrada o ciertos medicamentos también pueden provocar una deficiencia de electrolitos.

La ingesta diaria recomendada de electrolitos depende de varios factores como la edad, el sexo y la actividad física. Basándose en datos científicos, la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE) recomienda los siguientes valores de referencia como recomendaciones de ingesta para adultos:

Por Laura Carstens

El original de este artículo «¿Está constantemente cansado? Cuando detrás puede haber una peligrosa deficiencia de electrolitos» proviene de FürSie.