Christian Hartel, director de Wacker Chemie, está preocupado por la situación económica en Alemania. Advierte contra una desindustrialización gradual y critica los altos precios de la energía y la regulación excesiva. Hartel quiere absolutamente evitar que Alemania se convierta en un “Disneylandia para los turistas ricos de Asia”.
El jefe de Wacker Chemie, Christian Hartel, advierte sobre la desindustrialización gradual de Alemania. «Me preocupa Alemania como lugar», afirmó el directivo en la entrevista con SZ. «Los precios de la energía son un desafío, al igual que la fuerte regulación en Alemania y la UE».
Muchas “pequeñas y medianas empresas” están “luchando”. Las medianas empresas, en particular, sufren de burocracia, por ejemplo debido a “los requisitos de la UE para informar sobre la sostenibilidad de sus negocios”. Wacker Chemie “contrata para esto a cinco personas y BASF tal vez a dos docenas, y eso es todo para nosotros. Pero ¿qué hacen las pequeñas y medianas empresas?”
Alemania está perdiendo cada vez más poder competitivo. «No quiero que Alemania y Europa se conviertan simplemente en imanes para los turistas asiáticos en 2040 o 2050», afirmó Hartel. «Luego vienen aquí y gastan su dinero porque los paisajes y las culturas aquí son muy diversos y hermosos: una especie de Disney Land para turistas ricos de Asia».
El directivo defendió los negocios de la economía alemana con China. “No siempre todo va mal en China”. El hecho de que Alemania también se beneficie de este país es «demasiado poco visto», afirmó Hartel. «Sólo gracias a las grandes cantidades podemos obtener tecnologías y productos a precios razonables, lo cual es positivo». El público suele tener la imagen de que “‘los chinos’ tienen un plan maestro para dominar el mundo, como en una película de James Bond”. Considera «exagerado» el hecho de que «todo transcurra según un plan tan establecido».
El Ministro de Economía, Robert Habeck (Verdes), también habló sobre la ley de calefacción, que generó importantes debates el año pasado, en un diálogo ciudadano con motivo del 75º aniversario de la Ley Fundamental en Berlín. Admitió que la ley había ido demasiado lejos.
Los trabajadores cualificados alemanes que trabajan y viven en el extranjero se enfrentan a un problema fiscal: un nuevo decreto del Ministerio Federal de Finanzas podría provocar una doble imposición y pagos atrasados, y también una carga para las empresas.