Diecinueve años después de su separación, los grupos aeronáuticos estadounidenses Boeing y Spirit AeroSystems confirmaron el viernes que estaban manteniendo conversaciones preliminares con vistas a la adquisición por parte del fabricante de su subcontratista, en apuros debido a una serie de problemas de gestión de la producción de aviones Boeing. «Estamos trabajando estrechamente con Spirit AeroSystems y su dirección para fortalecer la calidad de los aviones comerciales que fabricamos juntos», dijo Boeing en un comunicado, confirmando información del Wall Street Journal.

«Confirmamos que nuestra colaboración ha dado lugar a conversaciones preliminares para que Spirit Aerosystems vuelva a formar parte de Boeing», continuó el grupo, subrayando que no había garantía, en esta etapa, de que se alcanzaría un acuerdo. «Estamos comprometidos a encontrar formas de seguir mejorando la seguridad de los aviones de los que dependen millones de personas cada día», señaló.

En una declaración separada, Spirit también confirmó sus discusiones, pero aclaró que «no había ninguna garantía de que se alcanzaría un acuerdo definitivo, ni de que se finalizaría una transacción». Tampoco existe un “calendario, convenios o condiciones con respecto a dicha transacción”, continuó la compañía.

Leer tambiénAirbus todavía vuela más lejos y más alto que Boeing

En particular, Spirit AeroSystems suministra fuselajes a Boeing, que la abandonó en 2005. A raíz de la información del WSJ, las acciones de Spirit subieron más de un 10%. Cuando cerró la Bolsa de Nueva York, subió un 15,31% y su capitalización de mercado alcanzó los 3.820 millones de dólares. Las acciones de Boeing cerraron con una caída del 1,83%. Según Boeing, «la reunificación… de las operaciones de producción fortalecería aún más la seguridad de la aviación, mejoraría la calidad y serviría a los intereses de nuestros clientes, empleados y accionistas».

Por su parte, Spirit aseguró que su consejo de administración y su equipo directivo estaban “comprometidos con mejorar el valor para los accionistas y revisar periódicamente las oportunidades de la empresa para impulsar este objetivo”. La empresa ha indicado que no tiene intención de hacer más comentarios sobre las discusiones, a menos que sea requerido legalmente. El WSJ también afirmó que Spirit AeroSystems también estaba estudiando la oportunidad de vender las actividades en Irlanda, que abastecen a Airbus, el gran rival europeo de Boeing.

Boeing es, con diferencia, el mayor cliente de Spirit, cuyos ingresos en 2022 procedieron del 60% del fabricante de aviones estadounidense. Cuando se le preguntó a finales de enero en CNBC si consideraba, en retrospectiva, que la división no había sido aconsejable, Boeing El jefe Dave Calhoun reconoció que el grupo «probablemente» había ido demasiado lejos. “Pero ahora ya está hecho y tengo que afrontarlo”, añadió el hombre que tomó el control de Boeing en enero de 2020.

Spirit AeroSystems ha estado bajo vigilancia desde un incidente el 5 de enero, cuando una puerta de cabina de un Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines se soltó en pleno vuelo. El fabricante también informó, a lo largo de 2023, de problemas de producción, algunos de los cuales afectaron al fuselaje, lo que redujo su ritmo de producción y entregas.