Alsacia, que quisiera abandonar la región del Gran Este, espera beneficiarse del movimiento impulsado por Córcega, que acaba de negociar con el gobierno un proyecto que reconoce un estatuto de autonomía dentro de la República. “Los alsacianos están atentos a lo que ocurre en Córcega, la expectación es grande”, señala Frédéric Bierry, presidente (LR) de la Comunidad Europea de Alsacia (CEA), fusión de los consejos departamentales de Alto Rin y Bajo Rin desde 2021.
Alsacia se integró en la región del Gran Este en 2015, junto con Lorena y Champaña-Ardenas, pero a Bierry, que representa la voz de muchos alsacianos, le gustaría que recuperara su autonomía. Por lo tanto, los recientes avances sobre el estatus de Córcega «deberían convenirnos», dijo a los periodistas. «No podemos considerar que ciertos territorios, como Córcega, sean legítimos para poder tener derechos adicionales de acción, y no tener en cuenta otros territorios que tienen una historia particular, como Bretaña y Alsacia», continuó Bierry.
“Sería inconsistente. Tenemos, sobre todo, una lógica democrática que sustenta nuestro enfoque, y una lógica histórica y geográfica”, añadió el directivo, intentando tranquilizar. «Nous, notre projet est dans le moule institutionnel», a-t-il poursuivi, rappelant la consultation citoyenne à laquelle 150.000 Alsaciens avaient pris part en 2022. Plus de 92% d’entre eux avaient plébiscité le rétablissement d’une région Alsace completo.
Bierry subrayó así, en una carta enviada el miércoles al ministro del Interior, Gérald Darmanin, que, a diferencia del proyecto corso, el alsaciano no exigiría una revisión de la Constitución. “En Córcega es más compartido, pero en Alsacia no hay dudas sobre el vínculo con Francia. Es probable que todo esto tranquilice y facilite nuestro enfoque”, quiere creer Bierry, subrayando que “nuestro enfoque es democrático y pacífico”. El presidente de la CEA también deseó que Emmanuel Macron se pronuncie sobre este tema antes de las elecciones europeas, «eso tendría sentido». Sin embargo, el Jefe de Estado apagó un poco las esperanzas alsacianas la última vez que habló sobre el tema, en abril de 2023, afirmando que estaba “comprometido a garantizar que no creemos nuevas divisiones”.
El partido autonomista alsaciano Unser Land también saludó el acuerdo alcanzado sobre la autonomía de Córcega. Córcega “es una “comunidad histórica, lingüística y cultural que ha desarrollado un vínculo singular con su tierra”, según los términos del acuerdo alcanzado sobre Córcega. Alsacia no lo es menos”, subraya Jean-Georges Trouillet, presidente de Unser Land, en un comunicado de prensa. “Desde hace casi diez años, una inmensa mayoría de alsacianos exige la salida del Gran Este, petición expresada por todos los medios democráticos posibles: peticiones, manifestaciones, encuestas, consultas públicas organizadas por la CEA, resoluciones de los concejales de Alsacia, propuestas de ley firmada por casi todos los diputados alsacianos”, continúa.
“La perspectiva europea también nos permite tener un acercamiento más objetivo a las realidades de este país. La autonomía regional es el estándar democrático en Europa. Francia sigue siendo una monarquía presidencial centralizada con instituciones que ninguno de nuestros vecinos envidia. Desde este punto de vista, el acuerdo alcanzado con Córcega es sólo un tímido comienzo de normalización, un comienzo de salida de la edad de piedra”, concluye. Además de Córcega y Alsacia, Bretaña y el País Vasco ya han expresado su deseo de obtener una mayor autonomía. El presidente de la región de Bretaña, Loïg Chesnais-Girard, afirmó el martes que había pedido a Gérald Darmanin «reconocer la diversidad de territorios en un marco común».














