(Atenas) Después de incendios devastadores y una ola de calor sin precedentes en su duración en 2023, seguida del invierno más caluroso jamás registrado, Grecia teme ahora sufrir “un verano muy difícil” en el frente de los incendios forestales.  

“Nadie puede predecir exactamente las condiciones (climáticas) que enfrentaremos. Pero sean cuales sean, tendremos que luchar duro”, advirtió el ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vassilis Kikilias, en una entrevista con la AFP.

“El verano será muy difícil”, advirtió, mientras más del 30% del territorio griego está cubierto de bosques, según el Banco Mundial.  

Unas 175.000 hectáreas de bosques y tierras agrícolas se esfumaron en 2023 y más de 20 personas murieron.  

En julio pasado se produjeron incendios devastadores durante una ola de calor de dos semanas, la más larga jamás registrada en el país.

En esta ocasión, Grecia puso en marcha la mayor operación de evacuación de su historia, con 20.000 personas, principalmente turistas, obligadas a abandonar sus hogares o lugares de vacaciones en la isla de Rodas (sureste).  

El mercurio había subido hasta los 46 grados en Gythion, en la península del Peloponeso (suroeste).  

Grecia, un país mediterráneo acostumbrado a las olas de calor del verano, experimentó entonces “el invierno más caluroso jamás registrado”, según Costas Lagouvardos, director de investigación del Observatorio Nacional de Atenas.

Aunque el verano aún no ha comenzado, el martes se registraron récords de calor para la primera semana de junio, según el sitio web meteo.gr, con temperaturas que alcanzaron localmente los 39,3°C.

“Vemos que en años en los que las temperaturas son altas, lo que también significa sequía, tenemos grandes incendios”, afirma Costas Lagouvardos.  

El pasado mes de agosto, un enorme incendio en el Parque Nacional de Dadia, cerca de la frontera con Turquía, fue clasificado como el más destructivo jamás registrado en la UE.

Este año, a finales de marzo, se produjo un incendio a más de 1.000 m sobre el nivel del mar, en las montañas de Pieria.

Esta es “una señal de advertencia importante”, dice Costas Lagouvardos.  

Los propios residentes no podían creer que el incendio pudiera haber comenzado en laderas previamente cubiertas de nieve, según Nikolaos Roumeliotis, jefe adjunto de los bomberos.

Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el aumento de las temperaturas causado por las emisiones de combustibles fósiles causadas por el hombre está alargando la temporada de incendios y aumentando la superficie quemada.

«Desde que estudio los incendios forestales, no recuerdo haber visto uno tan temprano en el año y a tal altitud», subraya también Theodore Giannaros, meteorólogo de incendios del Observatorio de Atenas.  

“Esto es extremadamente preocupante, porque demuestra que nos dirigimos hacia un clima más cálido y seco”, señala. “Los ecosistemas clave que eran menos vulnerables a los incendios podrían volverlo gradualmente más vulnerables”, opina.

Entre enero y mayo, los incendios forestales aumentaron un 28% año tras año, según los bomberos.

A finales de abril se habían registrado mil incendios, lamentó recientemente el primer ministro Kyriakos Mitsotakis.  

Ante esta amenaza, Grecia tomó medidas y presentó un proyecto de 2.100 millones de euros para modernizar su infraestructura de protección civil, el más ambicioso hasta la fecha.  

El país planea, gracias en gran parte a fondos de la UE, equiparse a partir de 2025 con nuevos bombarderos acuáticos, helicópteros, camiones de bomberos, cámaras térmicas y más de un centenar de drones de vigilancia.

Para Vassilis Kikilias, la estrategia de este año es enviar bombarderos de agua tan pronto como se produzca un incendio para ganar tiempo.

Las autoridades también organizaron un ejercicio de emergencia nacional que reunió a bomberos, policía y servicios de ambulancia.  

Pero el problema recurrente en Grecia sigue siendo la falta de coordinación entre los servicios responsables de la extinción de incendios, lamentan los expertos.

Para Théodore Giannaros, que participa en el comité nacional encargado de elaborar el mapa diario de riesgos de incendio, la planificación de la lucha debería comenzar en noviembre, lo que no es el caso.