Un granjero tiene una amistad muy especial con una cabra que fue rechazada por su madre. A la cabra incluso se le permitió acompañar al hombre de vacaciones.
Un granjero canadiense pasó dos semanas viajando por el campo canadiense con su macho cabrío de cinco meses. Como informa CBC, Jimmy, un macho cabrío de cinco meses, soportó el viaje con su dueño, Héctor Aubertin. El granjero crió al joven animal después de su nacimiento como madre sustituta después de que la madre cabra rechazara al cabrito.
El animal tenía dificultades para alimentarse con su madre debido a su mordida congénita. “La madre tenía otros dos hijos, así que más o menos los cuidó y lo rechazó de inmediato. Así que lo alimenté con biberón desde que nació», dijo Aubertin a la CBC.
Sin embargo, a pesar de sus mejores esfuerzos, Aubertin nunca pudo reunir exitosamente a Jimmy con su familia biológica. “Pero entonces la madre se entera… y básicamente lo arrincona con sus cuernos. Esto es brutal”, dice el informe de CBC.
Después de aproximadamente una semana, Aubertin y Jimmy desarrollaron un vínculo estrecho. “Literalmente no puedo ir a ningún lado sin él o simplemente empezará a cortar el césped. Quiere saber dónde estoy. Él me necesita”, dijo Aubertin a CBC.
El vínculo entre la cabra y el granjero era tan grande que Aubertin tuvo que llevarse a Jimmy con él en un viaje de dos semanas desde St. Stephen a Edmonton. Aubertin originalmente no planeaba llevarse a Jimmy con él de vacaciones, pero el cabrito insistió en estar a su lado, dice en la entrevista de CBC.
Instaló la parte trasera de su camión como corral para cabras, con mantas y una caja llena de heno. Jimmy, sin embargo, prefería sentarse en el asiento del pasajero, dice el granjero: “Durante los primeros días estaba un poco enojado con [mi hija] porque tenía que sentarse en el asiento trasero. Y se notaba porque cada vez que salía, se acercaba a ella y le daba un codazo o intentaba morderle el pelo”.
Jimmy ganó atención y popularidad a nivel nacional durante el viaje. «Dondequiera que vayamos, la gente queda asombrada», dijo Aubertin a la CBC. «Probablemente haya sido fotografiado más de 100 veces».
Como le dice el granjero a CBC, la cabra fue bien recibida por la mayoría de las personas durante su viaje. Así que Aubertin encontró muchos moteles que admitían mascotas y estaban dispuestos a aceptar a un huésped cornudo y a menudo se sorprendía al ver cuántas empresas le permitían entrar con Jimmy. “Él escucha muy bien”, dijo Aubertin. «Es como un perro, pero dos veces más divertido y un poco más difícil de entrenar».
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