“Come, muévete”. Los funcionarios públicos de Uganda tendrán que acatar este eslogan tan extendido. Preocupado por la tasa particularmente alta de diabetes entre su población, el gobierno del país del este de África invitó a todos los ministerios, administraciones y servicios públicos a establecer sesiones deportivas semanales para su personal. El objetivo, “aliviar la creciente carga de enfermedades relacionadas con el estilo de vida”, explica el ejecutivo en su comunicado de prensa publicado el 26 de marzo, citado por Courrier International.
Porque Uganda es uno de los 48 países clasificados como “preocupantes” por la Federación Internacional de Diabetes. Más del 4% de la población de Uganda está afectada, con una edad promedio excepcionalmente baja de 35 años. Este fenómeno es costoso para el Estado. A finales de 2023, el Centro de Investigación de Política Económica, un grupo de expertos local, estimó la participación del Estado en la atención de los pacientes con diabetes en 435,8 mil millones de chelines (104 millones de euros) y recomendó urgentemente iniciativas de prevención.
La directora general de la Función Pública del gobierno, Lucy Nakyobe Mbonye, pidió, en una carta dirigida a todas las agencias gubernamentales, permitir 2 horas semanales de actividad física en los horarios de los empleados. Se insta a los destinatarios de la carta, fechada el 13 de marzo, a “dar a este tema la atención que merece, ya que ayudará a salvar las vidas de su personal y reducir la morbilidad de las enfermedades”.
Esta iniciativa no es la primera en este ámbito. Ya en 2018, el gobierno instituyó un día nacional dedicado a la actividad física, tras un estudio realizado por el Ministerio de Salud, que reveló que uno de cada cuatro ugandeses padecía hipertensión.