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El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, expresó su apoyo a la decisión de la ministra de Educación, Lucy Molinar, de retirar al país de la prueba PISA 2025. Mulino afirmó que se están considerando otras evaluaciones más efectivas para medir el progreso educativo de los estudiantes.

Lucy Molinar defendió su postura asegurando que la prueba PISA ha resultado costosa para el Estado, superando los 2 millones de dólares en los últimos años, sin aportar beneficios significativos. Considera que es necesario esperar a que se implementen mejoras en el sistema educativo antes de someter a los estudiantes a evaluaciones externas.

En la edición de 2023 de PISA, Panamá ocupó el puesto 74 de 81 países participantes, destacando las deficiencias en el aprendizaje de matemáticas. Esta evaluación se lleva a cabo entre países miembros de la OCDE, donde Panamá compite con naciones desarrolladas.

Además, se mencionó la polémica sobre la compra de laptops para estudiantes y docentes, una medida cuestionada que prioriza la tecnología sobre las infraestructuras escolares. El presidente Mulino defendió esta decisión, destacando que se realizó a través de un convenio marco aprobado en Consejo de Gabinete para obtener un precio más bajo que las ofertas disponibles en Panamá Compra.

El Ministerio de Educación tiene previsto invertir más de $240 millones en la adquisición de laptops para estudiantes y docentes durante los próximos cinco años. Esta inversión beneficiará a más de 650 mil estudiantes y profesores de escuelas públicas, desde séptimo hasta duodécimo grado.

La postura de Mulino y Molinar refleja la importancia de evaluar críticamente las herramientas y estrategias educativas para garantizar un sistema eficaz que promueva el aprendizaje y el desarrollo de los estudiantes panameños. La inversión en tecnología, aunque criticada, busca modernizar el entorno educativo y preparar a los estudiantes para un mundo cada vez más digitalizado.