¿Regreso a la realidad para Neom? El proyecto de la megaciudad futurista de Arabia Saudita, que hasta 2030 se extendería a lo largo de 170 kilómetros en terreno montañoso y desértico y albergaría dos enormes rascacielos cubiertos de espejos, ha sido reducido por las autoridades saudíes, según informan los medios estadounidenses. Bloomberg, a principios de abril. En última instancia, en 2030 sólo debería tener 2,4 kilómetros de longitud.
Llamados “La Línea”, los dos inmensos rascacielos paralelos, de 500 metros de altura, formarán el centro de la ciudad a orillas del Mar Rojo, en el noroeste del país. Se trata de un proyecto emblemático de 500.000 millones de dólares del príncipe heredero Mohammed bin Salman, gobernante de facto del reino, que busca diversificar la economía del país rico en petróleo.
Se esperaba que las dos torres albergaran a 1,5 millones de residentes en 2030 y nueve millones en 2045, contando con el auge demográfico necesario para hacer de Arabia Saudita una potencia económica capaz de competir en todos los sectores. Pero según los medios estadounidenses, la cifra se ha revisado a la baja y se espera que para entonces sólo vivan allí 300.000 personas. Un contratista incluso ha comenzado a despedir a algunos de los trabajadores que emplea en la obra.
Hasta ahora, la megaciudad futurista Neom había aparecido principalmente en los titulares por “The Line”, pero las dudas sobre la viabilidad económica y medioambiental del proyecto han empañado su avance.
Con sus taxis voladores y robots domésticos, Neom ha atraído mucha atención desde su primer anuncio en 2017, aunque arquitectos y economistas han cuestionado su viabilidad. Inicialmente, el proyecto se presentó como un “Silicon Valley” regional, un centro biotecnológico y digital que abarcaría 26.500 kilómetros cuadrados. El príncipe había esbozado una visión aún más ambiciosa, describiendo una ciudad utópica sin coches, la más habitable “de todo el planeta”. La idea es repensar la vida urbana en un área de sólo 34 kilómetros cuadrados para responder a las “crisis de habitabilidad y medio ambiente”.
Con una anchura de sólo 200 metros, “La Línea” debe responder a la expansión urbana descontrolada y perjudicial para el medio ambiente, superponiendo casas, escuelas y parques, según el modelo de “planificación urbana de gravedad cero”. El coste de la primera fase, que se prolongará hasta 2030, fue estimado en 1.200 mil millones de riales saudíes (unos 297 mil millones de euros) por el príncipe Mohammed bin Salman.