(Buenos Aires) El Senado argentino aprobó el jueves por la mañana en su totalidad las reformas desreguladoras propuestas por el presidente ultraliberal Javier Milei, quien obtuvo así el apoyo del Parlamento por primera vez en sus seis meses en el poder.

El proyecto fue adoptado por la cámara alta después de una sesión maratónica que comenzó el miércoles por la mañana y estuvo marcada por disturbios que provocaron un total de diez heridos y otras tantas detenciones. Volverá para su adopción final a la Cámara de Diputados, que votó a favor en abril imponiendo cambios importantes.

La presidencia celebró la «aprobación histórica» ​​de esta ley emblemática del gobierno de Milei sobre la desregulación de la economía, conocida como «ley ómnibus», calificándola como «la reforma legislativa más ambiciosa de los últimos 40 años».

En marzo, el Senado rechazó un “decreto de necesidad y emergencia”, un megadecreto emitido al inicio de la presidencia de Milei y hasta la fecha parcialmente vigente.

El partido de Javier Milei, Libertad Avanza, está en minoría en el Parlamento: sólo siete escaños de 72 en el Senado y el tercero más grande en la Cámara con 38 diputados.

“Para los argentinos que sufren, que esperan, que no quieren ver a sus hijos salir del país […], mi voto es afirmativo”, declaró Victoria Villarruel, presidenta del Senado y vicepresidenta del país, cuyo La voz fue decisiva.

Después de su votación, los senadores comenzaron a examinar una reforma tributaria, inicialmente parte de la ley ómnibus y desvinculada para ser discutida por separado en la misma sesión.

El miércoles, paralelamente a los debates en el Senado, estallaron en Buenos Aires enfrentamientos entre fuerzas del orden y manifestantes anti-Milei. «No podemos creer que en Argentina estemos discutiendo una ley que nos hará retroceder 100 años», resumió Fabio Núñez, un abogado de 55 años, entre los manifestantes.

Según el Ministerio de Sanidad, siete personas, entre ellas cinco diputados de la oposición, fueron atendidas en el hospital tras ser rociadas con gas lacrimógeno. Decenas de personas fueron atendidas en el lugar.  

Se incendiaron coches y la policía respondió a los proyectiles con tensos disparos de balas de goma y mangueras de agua.

Al menos diez personas fueron detenidas y nueve agentes de policía resultaron heridos, indicó a la AFP un portavoz del Ministerio de Seguridad. Al caer la noche, la policía recuperó el control de las calles.

La presidencia argentina denunció “grupos terroristas que, utilizando palos, piedras y hasta granadas, intentaron dar un golpe de Estado”.

La ley había sido rechazada en su forma original de 600 artículos y adoptada tras importantes modificaciones en 238 artículos por la Cámara de Diputados en abril.

Entre las concesiones de un ejecutivo que se ha vuelto más pragmático con los meses: el número de privatizaciones, reducido de unas cuarenta en la versión inicial a menos de diez, incluida la que aún está sobre la mesa de la aerolínea pública Aerolíneas Argentinas.

La ley también prevé, entre otras cosas, una flexibilización del mercado laboral, reformas que «nos retrotraen al siglo pasado, cuando el trabajador no tenía derechos», afirmó el senador de la oposición Mariano Recalde.

También incluye controvertidos incentivos para inversiones extranjeras superiores a los 200 millones de dólares con beneficios fiscales y aduaneros durante treinta años. «Estamos dando un cheque en blanco durante treinta años cuyo coste desconocemos», declaró el senador Martín Lousteau.

La ley es “un acelerador, un catalizador para la recuperación de la situación económica”, afirmó el miércoles el ministro de Economía, Luis Caputo. “Este gobierno no cambiará de rumbo. El orden macroeconómico continuará”.

Durante una videoconferencia el miércoles durante la cual Milei presentó su visión de la economía, el magnate estadounidense Elon Musk, por su parte, animó a los argentinos a “dar todo su apoyo al presidente para implementar este experimento porque tiene claro que las políticas del pasado no han funcionado”.

El director general del fabricante de vehículos eléctricos Tesla se ha reunido en varias ocasiones con Milei y muestra interés por un país con importantes reservas de litio, material clave para las baterías.

Más allá de las tribulaciones legislativas, la “terapia de choque” de austeridad prometida –el “mayor ajuste presupuestario en la historia de la humanidad”, como le gusta repetir a Milei- ya está produciendo efectos desde diciembre: brutal devaluación del peso (54%), liberación precios y alquileres, fin de las subvenciones al transporte y a la energía, congelación de las obras públicas, recortes presupuestarios totales, etc.

El presidente pregona periódicamente que la inflación está “dominada”, con una desaceleración continua desde hace cinco meses: del 25% mensual al 8,8% en abril. Y un superávit presupuestario en el primer trimestre, sin precedentes en 16 años.

Por otro lado, la austeridad estrangula el consumo, la actividad económica colapsa y comienza la recesión, con la economía contrayéndose un 5,3% en el primer trimestre. Sin visos inminentes de repunte.