(Ereván) Decenas de personas resultaron heridas en Armenia el miércoles durante una manifestación frente al Parlamento para exigir la dimisión del primer ministro Nikol Pashinian, después de que la policía utilizara granadas paralizantes.

Este país caucásico se ve sacudido desde hace semanas por un movimiento de protesta como reacción al traslado de varios pueblos fronterizos a Azerbaiyán. Los dos países han librado dos guerras por disputas territoriales en los últimos treinta años.

El miércoles, miles de personas se reunieron para exigir la salida de Pashinian, que estaba hablando ante los parlamentarios. Esta concentración dio lugar a escenas caóticas, con los manifestantes intentando romper el cordón policial y la policía utilizando granadas paralizantes.

Los manifestantes heridos fueron trasladados a hospitales en ambulancias, algunos con heridas en las piernas o en el abdomen, constató un fotógrafo de la AFP.

Al menos 79 personas han solicitado asistencia médica, según las autoridades médicas del país.

El Ministerio del Interior informó de la detención de 98 personas por “desobedecer solicitudes policiales legales”. Según él, seis policías resultaron heridos.

Las autoridades anunciaron la apertura de una investigación por “organización de disturbios”. A primera hora de la tarde, los manifestantes organizaron una marcha hacia la sede del gobierno.

Nikol Pashinian, dirigiéndose a los parlamentarios, aseguró que Ereván estaba dispuesto a firmar un acuerdo de paz con Bakú “dentro de un mes”.

Pashinian defiende la reciente cesión de cuatro pueblos fronterizos a Azerbaiyán como una concesión necesaria para evitar un nuevo conflicto con Bakú. Estos pueblos están ubicados en una zona con una carretera estratégica hacia la vecina Georgia.

El líder de la protesta, Bagrat Galstanian, abandonó temporalmente su labor religiosa para intentar presentarse como primer ministro, aunque no es elegible debido a su doble nacionalidad armenia y canadiense.

Nikol Pashinian, que llegó al poder tras las manifestaciones de 2018, ha sido desafiado en las calles varias veces en los últimos años, sin vacilar.

Armenia y Azerbaiyán han librado dos guerras, una en la década de 1990 ganada por Armenia y la segunda en 2020 ganada por Azerbaiyán. Bakú también obtuvo una victoria relámpago en 2023 sobre los separatistas armenios de Nagorno-Karabaj, recuperando el control de este enclave.

Esta derrota ha deteriorado las relaciones entre Armenia y su tradicional aliado ruso, acusado por Ereván de inacción.

Después de la pérdida de Karabaj, Ereván buscó forjar nuevas alianzas de seguridad fortaleciendo los vínculos con Occidente.

Las declaraciones de Pashinian ante el Parlamento se produjeron un día después de una declaración conjunta de su ministro de Asuntos Exteriores, Ararat Mirzoyan, y el subsecretario de Estado estadounidense, James O’Brien, asegurando que Washington y Ereván han acordado «elevar el estatus de (su) diálogo bilateral». hacia una “asociación estratégica”.