Sitios pornográficos, «deepfakes»… El Senado amplió este martes el proyecto de ley para «asegurar» internet, cuyo examen en primera lectura está impactado por el cuestionamiento de las redes sociales en los recientes hechos de violencia. El proyecto de ley permite adaptar la legislación francesa a las nuevas normativas europeas DMA (Ley de Mercados Digitales) y DSA (Ley de Servicios Digitales). Estos imponen una batería de nuevas reglas a los mayores actores digitales en términos de abuso de posición dominante o regulación de contenidos problemáticos. Pero también es una oportunidad para intervenir «en los desórdenes que se acumulan en el espacio digital» y que afectan en particular «a los franceses más modestos, a los mayores» y a los niños, subrayó el ministro encargado de la Transición digital, Jean-Noël Barrot. En la lucha contra el acceso de menores a sitios pornográficos, el texto refuerza las facultades encomendadas a la Autoridad Reguladora de la Comunicación Audiovisual y Digital (Arcom).

Según Arcom, 2,3 millones de menores visitan un sitio “para adultos” cada mes. La autoridad reguladora es responsable de desarrollar «un repositorio» con los requisitos técnicos que deben cumplir los sistemas de verificación de edad para el acceso a los sitios. Podrá ordenar el bloqueo, sin decisión de un juez, de los sitios pornográficos que no verifiquen la edad de sus visitantes. El Senado también ha adoptado dos disposiciones formuladas por la Delegación del Senado para los Derechos de la Mujer en su informe “Porno: el infierno de la decoración”, que pretenden imponer nuevas limitaciones a los editores de sitios pornográficos. Ellos «complicarán la vida de los editores de sitios pornográficos, y ese es el objetivo», dijo el socialista Laurence Rossignol.

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El Senado validó por la noche otras dos medidas clave del proyecto de ley. Ante múltiples intentos de estafa por correo electrónico o SMS, el proyecto de ley establece un “filtro anti-estafa” gratuito que envía un mensaje de advertencia a cualquier persona que esté a punto de ingresar a un sitio identificado como malicioso. El texto también prevé una nueva pena adicional de «destierro» que un juez puede pronunciar cuando condena a una persona por actos de odio en línea, ciberacoso u otros delitos graves. Los senadores han ampliado el alcance de los delitos en cuestión, incluidas las amenazas e intimidaciones contra funcionarios electos. El Senado aprobó una enmienda del ponente centrista Loïc Hervé que crea «un delito de desacato en línea», punible con una multa de responsabilidad civil fija (AFD) de 300 euros. La cámara alta también dio luz verde a las enmiendas del gobierno que apuntan explícitamente a los «deepfakes» o hypertricks, técnicas de síntesis que hacen posible la creación de videos o imágenes engañosas.

Por su parte, el ponente LR Patrick Chaize retiró su enmienda que proponía poder obligar a las redes sociales a bloquear el acceso, en un plazo de dos horas, a contenidos claramente incitadores a la violencia. El senador apoyó la propuesta de la ministra de iniciar la reflexión en el marco de un grupo de trabajo, “para que podamos encontrar una redacción adecuada de aquí al inicio del curso escolar”. “Tenemos que responsabilizarlos, pero si las responsabilidades los llevan a vulnerar la libertad de expresión, eso significa que no hemos encontrado las fórmulas adecuadas”, afirmó la ministra, mientras se ha destacado el papel amplificador de las redes sociales en la violencia de los últimos días en Francia. El Senado seguirá examinando el texto el miércoles.

En cuanto a las empresas francesas que utilizan la nube, pretende regular determinadas prácticas comerciales generalizadas en el mercado de servicios TI que alteran el juego de la competencia. Entre otras medidas, está prevista una plataforma única para centralizar los datos relativos a los alojamientos turísticos amueblados en alquiler en cada municipio. En comisión, los senadores propusieron una primera definición en ley de los juegos con objetos digitales monetizables (Jonum), “en la encrucijada de los juegos de ocio y los juegos de dinero y azar”, y los autorizaron con carácter experimental por una duración de tres años.